El conjunto de los 49 años de siete ciclos sabáticos, seguido por el año de Jubileo, es similar a los 49 días de siete semanas durante los cuales contamos los días entre Pésaj y la festividad de Shavuot, cuando revivimos la Entrega de la Torá.
En la cuenta anual entre Pésaj y Shavuot el día 50, el último día, es celebrado pero no contado. Esto es debido a que la experiencia anual de la Entrega de la Torá es una revelación Divina que no podemos lograr por nosotros mismos; es un regalo Divino. El año de Jubileo se observa pero no se cuenta por la misma razón. Sin embargo, las revelaciones Divinas de Shavuot y el año de Jubileo ocurren sólo en respuesta a que nosotros hayamos contado los anteriores 49 días o años, respectivamente, por medio de los cuales ascendemos por todos los niveles de consciencia Divina que podemos lograr por nosotros mismos.
Vemos, entonces, que con respecto a cumplir con nuestra misión Divina, D-os nos otorga un éxito que está más allá del que podamos lograr, siempre y cuando invirtamos nuestros máximos esfuerzos en alcanzar lo que podemos por nosotros mismos.1
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