A continuación D-os instruyó a Moshé sobre el recuento de las personas y los animales que habían sido capturados a los midianitas. A los soldados se les permitió guardar la mitad del botín; la mitad restante fue entregada al pueblo judío. Los soldados tenían que ofrendar a los sacerdotes una parte entre quinientas de su medio botín, y el pueblo debía ofrendar una parte entre cincuenta de su mitad a los levitas. Moshé siguió las instrucciones de D-os: contó los individuos y los animales capturados, y luego dividió y entregó a los sacerdotes y levitas sus respectivas partes.
Asistencia divina
וַיְהִי הַמַּלְקוֹחַ וגו': (במדבר לא:לב)
El botín consistió de ... Números 31:32

Cuando los soldados contaron las personas y los animales capturados encontraron que milagrosamente los totales eran todos divisibles por cincuenta y quinientos. Esto posibilitó el cumplimiento de la orden de D-os de entregar a los sacerdotes y levitas los porcentajes exactos de lo que habían capturado. Esto resulta aún más asombroso si consideramos todos los detalles que tuvieron que coincidir para la consecución de este milagro: la fertilidad y la expectativa de vida del pueblo y los animales, etc., todo lo cual tuvo lugar mucho antes de que fueran capturados en batalla.

Aprendemos de esto que nunca debe perturbarnos un obstáculo aparente en el cumplimiento de las directivas de D-os o en el llevar a cabo nuestra misión divina. Por el contrario, debemos recordar que D-os ordenó las cosas por adelantado para permitirnos lograr nuestros objetivos divinos de la mejor forma posible.1