Hay mucho drama en la Biblia esta semana, cuando leemos la historia de José y sus hermanos. Sueños en technicolor, rivalidad entre hermanos, pozos infestados de serpientes y un intento de fratricidio dominan el curso de la Parashá.
Cuando los hermanos planearon matar a José, Rubén, el mayor, hizo un valiente esfuerzo para salvar la vida de José y sugirió que en cambio lo arrojaran a un pozo. Eso sería suficiente para enseñarles la lección de que no se necesitaba derramar sangre. En realidad, de acuerdo con Rashi, la Torá misma atestigua que la intención de Rubén era salvar a José de sus hermanos y traerlo de regreso a su padre.
Pero el destino tenía un plan diferente.
Mientras Rubén estaba ausente, los hermanos vendieron como esclavo a José. Cuando retornó para rescatarlo, el niño ya no estaba y él rasgo sus vestiduras, apenado.
¿Pero dónde estaba Rubén cuando tuvo lugar la venta? ¿Por qué no estaba ahí con sus hermanos en ese momento? ¿Por qué desapareció repentinamente?
Rashi da dos posibles explicaciones: 1) Era su turno para servir a su anciano padre. Los hermanos tenían una lista y había llegado el turno de Rubén, por lo que volvió a la hacienda. 2) Rubén estaba ocupado haciendo teshuvá (arrepentimiento) vestido con saco y ayunando a causa del pecado de interferir en la vida marital de su padre (Génesis 35:22).
Recuerdo haber oído al Lubavitcher Rebe preguntar: De acuerdo a la segunda opinión, Rubén abandonó a José en el pozo para ir y ocuparse con "saco y ayuno", es decir, su propio arrepentimiento por sus pecados. Veamos qué ocurrió como resultado. Rubén está ausente, por lo que José es vendido como esclavo y llevado a Egipto. Ahí es encarcelado por falsos cargos y, un día, se eleva a la preeminencia al interpretar exitosamente los sueños del Faraón. Se convierte en Virrey de Egipto, entonces encuentra a sus hacía tiempo perdidos hermanos cuando ellos vienen a buscar comida durante la hambruna. Tras revelar su verdadera identidad, trae a su padre Jacob y a toda la familia a Egipto, donde los apoya y mantiene.
Y es precisamente así como los judíos se convirtieron en esclavos en Egipto. Todo comenzó cuando José es extraído del pozo y vendido a los egipcios. ¿Por qué? ¡Porque Rubén decidió ocuparse en hacer teshuvá! Recuerdo al Rebe tronando "¡Todo el exilio egipcio puede remontarse al momento equivocado de teshuvá de Rubén! Cuando un joven judío está languideciendo en el pozo, no es el momento de preocuparse acerca de su propio estado espiritual. ¡Es el momento de salvar a un niño judío!"·
Por supuesto teshuvá es una maravillosa mitzvá. De alguna manera, es la mitzvá más grande de todas porque puede reparar el daño hecho al fracasar en la observancia de todas las otras mitzvot. Y sin embargo, hay un momento para hacer teshuvá y un momento para salvar vidas. Y cuando una vida está en peligro, aun la teshuvá debe esperar.
La analogía del niño judío en el pozo resuena poderosamente hoy. No sólo se trata de salvar vidas físicamente, sino también espiritualmente. ¿Cuántos millones de niños judíos están espiritualmente en riesgo? ¿Y cuántos judíos, en realidad, cuántos rabinos, están preocupados con su propia elevación espiritual personal e ignoran el predicamento de los jóvenes "en los pozos"?
Es un pensamiento entristecedor y que exige una respuesta.
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