El arribo del Mashíaj y el cambio radical en el Orden Mundial que lo acompañará, es un ideal muy pragmático. En realidad, gran parte de ello ya ha ocurrido.
¿Cuántos abogados y jueces judíos nunca han hojeado una sola página del más grande repositorio legal judío, el Talmud? ¿Cuántos médicos y pensadores judíos no han leído nunca alguna de las obras de Maimónides, el más grande médico y filósofo del judaísmo?
Como alguien que se ha criado en una comunidad Reformista, y a quien se le dijo de niña que no hay Mesías y no hay Cielo… Me pregunto si realmente podré creer en el Mashíaj...
¿Es usted una persona de estadísticas? ¿Recuerda los números que lee, puede retenerlos y cuando sea necesario recuperarlos? ¿O es usted más del tipo gráfico que se refiere a imágenes de pasteles y bloques de colores y líneas en zigzag para dejar en claro algo?
Si las estadísticas son correctas, los judíos constituyen el uno por ciento de la raza humana. Es como una nebulosa partícula de polvo dentro del polvo estelar perdido en la grandeza de la Vía Láctea.
El personaje de Bilam permanece ambiguo, tanto en la Torá como en la tradición judía posterior. ¿Era un adivino (que leía augurios y signos) o era un brujo (que practicaba las artes ocultas)?
¿Un mal hombre puede ser un buen líder, o su maldad se interpone en el camino de su liderazgo?
Por Rabino Jonathan Sacks z”l
¿El liderazgo es un conjunto de cualidades? ¿Es la habilidad de reunir poder y dar órdenes? ¿O tiene también una dimensión fundamentalmente moral? ¿Un mal hombre puede ser un buen líder, o su maldad se interpone en el camino de su liderazgo?
¿Alguna vez le has preguntado a alguien que haya regresado a sus raíces judías qué fue lo que lo motivó?
Por Chana Weisberg
¿Alguna vez le has preguntado a alguien que haya regresado a sus raíces judías qué fue lo que lo motivó? Antes que respuestas profundas, psicológicas o teológicas, yo a menudo he recibido respuestas vinculadas con los simples actos de bondad. Ser testigos del amor, del cuidado y de la permanente voluntad de dar de una comunidad judía los hizo querer integrarse a la religión y la comunidad responsables de eso.
Me sorprendió un poco que la parashá que leímos esta semana en la sinagoga durante en shabat toma su nombre del malvado rey Balak, quien planeaba maldecir a los judíos en el desierto.
Un judío es un judío. Lo que cuenta no es dónde estás, sino lo que haces. Y nosotros sabemos que cada acción de cada judío para Di-s es única e invaluable.
Balak odiaba a los judíos, pero por buenas razones; en su estimación, ellos presentaban una amenaza mortal para él y para sus ciudadanos. Bilam, por el otro lado, como muchos antisemitas en el correr de los siglos, odiaba a los judíos sin motivo alguno.