Un nuevo día, nuevos desafíos. En verdad es el mismo desafío de siempre, la batalla constante entre: Yo Quiero y Yo Debo. El primer campo de batalla es la cama, y los primeros tiros comienzan cuando suena la alarma. Yo Quiero se estira paraposponer la alarma al menos 10 minutos más; y Yo Debo esta listo para saltar de la cama y comenzar el día.
Por eso la primer instrucción del código de leyes judío es: “Uno debe sobreponerse a su cansancio, como si fuese un león, a la hora de levantarse”. Porque si ya ganas esta batalla el resto es pan comido.
Aquí hay una pequeña reflexión para las mañanas: Piense como cada noche su alma asciende a los cielos para recargarse esta mañana, Di-s decidió devolverle el alma a su cuerpo y darle una vez más el regalo de la vida – una clara demostración que todavía queda en este mundo una pequeña esquina que tu puedes iluminar. Di-s confía eres capaz de lograrlo.
Ahora repita:
Modé aní lefaneja, mélej jai vekaiam, shehejezarta bi nishmatí bejemla, rabá emunateja. (Para escuchar el audio de esta plegaria haga clic aquí)
¡Grande es Tu fidelidad!
Te doy gracias a Ti, Rey viviente y Eterno, que me has devuelto mi alma con compasión;
Estas son las primeras palabras que pronunciamos al levantarnos, estando todavía en la cama. Nuestro primer momento consciente del día lo dedicamos a agradecer a Di-s por el regalo de la vida. No importa lo que hayamos hecho la noche anterior, nada puede manchar la pureza de esas primeras palabras que marcan el comienzo de nuestro día consciente.
¿Sigues con problemas para levantarte a la mañana? Usa tu imaginación. Imagínate acostado mientras un rey o un presidente, esta frente a ti, esperando que te alistes para cumplir una importante misión.
Bueno, no es un rey o un presidente. Es el que crea y da vida a los reyes, presidentes, y a todo el mundo en todo momento, y a ti. Cada día. Y hoy también
¡Gracias a Di-s que estoy vivo!
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