Cuerpo

Toma la matzá intermedia del Plato del Seder.

Es preciso que la matzá de arriba quede entera. Después vamos a pronunciar una bendición sobre ella. Las bendiciones siempre se dicen sobre objetos enteros.

Pártela en dos. Deja el pedazo más pequeño entre las dos matzot enteras.

El pedazo que queda en el Plato del Seder es el “pan del pobre” sobre el cual se cuenta todo el relato de nuestra esclavitud. Los pobres comen solamente un pedazo pequeño del pan que tienen - el resto tienen que guardarlo para mañana por si acaso…

Parte el pedazo restante (el más grande) en cinco partes y envuélvelas en un pedazo de tela.

Según la Kabalá, el mundo es creado a través de cinco contracciones de luz.

Oculta el paquete hasta el final del Seder, cuando será comido como Afikomán, el postre (paso #12).

En muchas casas, los niños ocultan el afikomán y los adultos tienen que encontrarlo al final de la comida. En otras casas, los adultos lo esconden y los niños tienen que encontrarlo. Sea como fuere, esto mantiene a los niños despiertos y en suspenso hasta el final de la comida.

Muchos judíos sefaradíes tienen la tradición de atar el afikomán bajo los brazos de los chicos, que lo llevan puesto así toda la noche, igual que cuando salimos de Egipto.

ALMA

¿Por qué hay tantas cosas rotas en este mundo? ¿Por qué el Diseñador Cósmico hizo un mundo en el que se quiebran los corazones, las vidas se destrozan, la belleza se viene abajo?

El recipiente que está entero es capaz de contener su medida, pero el que está roto es capaz de sostener lo Infinito.

La matzá es llamada el pan del pobre. Porque el pobre es humilde y está quebrado. Y esa ruptura es la que le permite abrir el alma y escaparse de su Egipto.

Todo el tiempo que nos sentimos enteros, no hay espacio para seguir creciendo. Pero cuando nos damos cuenta de que no somos más que un fragmento, que necesitamos a los demás a nuestro alrededor, que hay tanto de nosotros que está faltando – ahí es cuando empiezan los milagros.