Vas por la calle y, de pronto, encuentras algo: un teléfono móvil, una billetera, un gato perdido. ¿Qué haces? ¿Te lo quedas? ¿El que lo encuentra se lo queda? ¿O mejor será que lo dejes ahí y sigas caminando? Ni una cosa ni la otra.

"No verás al buey o a la oveja de tu prójimo extraviados y los ignorarás; los retornarás…" (Deuteronomio 22: 1).

¿Acaso el objeto tiene nombre o tiene algún rasgo distintivo?

El teléfono móvil puede identificarse en base a las canciones que tiene guardadas o, incluso, según el número de serie (si el dueño realmente es una persona organizada). Y la billetera, probablemente, pueda ser rastreada por su contenido.

Entonces, lo que haces es llevártelo a tu casa y tratar de encontrar al dueño. Pega carteles que anuncien el hallazgo, comenta lo sucedido en las sinagogas locales. No proporciones ningún detalle. Solamente di que encontraste un reloj, no digas de qué color es ni de qué marca. Si alguien lo identifica, devuélveselo.

Mientras el objeto esté en tu posesión, guárdalo bien. Si es una joya, ponla en la caja de seguridad; si es una prenda de vestir, dóblala y guárdala; si es una bicicleta, guárdala en el garaje. ¡No tienes derecho a usarla! Úsala solamente si es necesario para el mantenimiento del objeto. Por eso, conviene que manejes la motocicleta que encontraste dando una vuelta a la cuadra una vez cada tantas semanas para mantener en estado el motor, pero nada de paseos…

Excepciones:

• "El que lo encuentra se lo queda" se aplica a objetos genéricos que no tienen rasgos de identificación. Por ejemplo: un billete de 10$ flotando en el viento, una birome, un paquete de papas fritas (si, como es de esperar, el dueño perdió la esperanza de encontrar el objeto que perdió antes de que tú lo encontraras).

• No puedes hacer una mitzvá transgrediendo otra. Así que no tomes esa billetera si es Shabat.

• Los objetos que prácticamente no tienen valor no necesitan ser devueltos.

También:

Ayuda a tu prójimo antes de que pierda lo que le pertenece. Si ves que las posesiones de tu prójimo corren peligro, sálvalas. Si está por venir una inundación, coloca bolsas de arena. Si el viento está a punto de arrojar una rama de árbol en su auto, tócale el timbre y dile que lo mueva.