En 1983, el Rebe expandió la campaña de difusión más allá de la comunidad judaica con el objetivo de abrazar a toda la humanidad. Él instruyó a sus jasidim para que introduzcan al mundo en la guía universal de la Torá para la vida de toda la humanidad.
En sus discursos, ese año, el Rebe explicó que además de su función como modelo para la vida judía, también hay un lado universal para la ley de la Torá: siete principios dirigidos a todos los habitantes de la tierra que establecen un código de comportamiento civilizado y moral basado en la creencia en Di-s.
Como la "luz para las naciones" de Di-s, siempre ha sido la misión del judío traer a los pueblos del mundo a la creencia en Di-s. Durante muchos siglos, sin embargo, las circunstancias de nuestro exilio no siempre nos permitieron lograr esto.
Ahora, dijo el Rebe, es hora de revitalizar este aspecto dormido de nuestro rol como pueblo.
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