Pregunta:

Mi hermosa nieta adolescente resultó muerta recientemente en un terrible accidente. Es la segunda nieta que pierdo. Por favor dígame ¿cómo puedo estar feliz?

Respuesta:

Leí su correo electrónica varias veces y cada vez lo cerraba. ¿Cómo podría sugerirle ser feliz a alguien que ha pasado por una situación tan difícil? Puedo decir que entiendo su duelo y su tristeza, pero debo ser sincera y expresarle que no puedo verdaderamente entender la tristeza que debe estar padeciendo y que no puedo realmente sentir la profundidad de su dolor. Pero si puedo decir que lamento el dolor y la tristeza que sufre y puedo imaginar todo lo que su familia debe estar atravesando.

No creo que su intención sea borrar el dolor. Necesitamos llorar y estar de luto por nuestras pérdidas; no podemos negarlas y simplemente continuar con nuestras vidas. Así podemos ver que según las leyes de la Torá, su luto debe atravesar varias fases; siendo las semanas iniciales las más agonizantes, severas e insoportables; el primer mes excesivamente difícil y el primer año es aún muy severo. El tiempo posee la facultad de sanar, y a pesar que el dolor no cesa, de alguna manera va disminuyendo.

Las ideas que resumiré a continuación provienen de nuestros sabios para ayudar a sobrellevar el dolor y la aflicción:

Algunas veces, la severidad de nuestro dolor puede de alguna manera ser aliviada a través de acciones, realizadas en honor de aquellos que amamos y que ya no están presentes, con la certeza que el mérito de dichas acciones producen un gran placer en la neshamah (alma) de nuestros difuntos que se encuentran en el Mundo de la Verdad.

Otras veces, resulta de gran ayuda hablar a otros acerca de nuestros difuntos, nuestros sentimientos hacia ellos, nuestros recuerdos. El solo hecho de hablar a un amigo o un terapista de requerirse, puede favorecer el manejo del duelo.

También puede ser de gran ayuda llevar un diario de nuestras impresiones e ideas al respecto, sentimientos y recuerdos, y tener presente que a pesar que los extrañamos, su alma está en un mejor lugar.

Hablar a D-os acerca de nuestro dolor, pidiéndole, rogándole, aun expresando ira e inconformidad, puede ayudarnos a reconectarnos con nuestra Esencia.

En algún momento apropiado, es necesario ocuparnos de nuestras responsabilidades, avanzar hacia adelante, mantenernos enfocados en realizar actos de bondad en el mundo, actos que nos causen satisfacción y logren borrar el dolor y traernos más regocijo y bienestar.

Nunca he atravesado por el tipo de dolor que ha descrito. Pero espero que estas ideas que he escrito puedan ser de ayuda. Pidamos y mantengamos nuestra esperanza en la Redención, cuando nos reencontremos con nuestros seres queridos fallecidos y donde será definitivamente borrado el dolor y la tristeza de la faz de la tierra.

Para profundizar más en el tema, por favor visite nuestra sección sobre Muerte y luto, específicamente las lecturas correspondientes a duelo.