El séptimo día de Sucot es llamado Hoshaná Rabá, y es considerado el último día del juicio divino en el que se define el destino del año entrante. En este día se finaliza el veredicto que fue otorgado en Rosh Hashaná y Iom Kipur.

El Midrash nos dice que Di-s le dijo a Abraham: “Si tus hijos no logran el perdón en Rosh Hashaná, yo lo otorgaré en Iom Kipur, y si no lo consiguen en Iom Kipur, se lo darán en Hoshaná Rabá.”

En Isaías1 dice, “Me buscaran día tras día.” El Talmud2 nos explica que estos dos “días” se refieren al día en el que suena el Shofar (Rosh Hashana) y al ´día que tomamos el sauce (Hoshaná Rabá), el día que comienza el proceso del juicio divino y el día que culmina.

Además, en Sucot se definen las lluvias que caerán este año entrante3 . En Hoshaná Rabá, el último día de Sucot, esta definición culmina. Teniendo en cuenta la importancia que tienen las lluvias en nuestro bienestar, es obvia la importancia de este día.

El día del sauce

La costumbre “tomar el sauce” en Hoshaná Rabá. Además del que incluimos en las cuatro especies que usamos durante los días de Sucot, es una tradición que se remonta a la época de los profetas. En este día se tomaba una rama extra de sauce, durante los días de Sucot se rodeaba el altar del Templo con ramas de sauce de casi 6 metros. Cada día de Sucot se daba una vuelta alrededor del altar para pedir por un buen año, pero en el día Hoshaná Rabá se daban siete vueltas.

En la actualidad, durante las plegarias diurnas de Hoshaná Rabá, se extraen todos los rollos de la Torá, y los sostienen alrededor de la Bimá (la mesa donde se lee la Torá) mientras que la congregación da siete vueltas alrededor de la bimá (durante los días regulares de Sucot se da solo una vuelta) recitando las plegarias de Hoshanot con las cuatro especies en la mano. Al culminar las Hoshanot se toma un atado con cinco ramas de sauce (disponibles a la venta en las sinagogas), y con ellas golpeamos con fuerza el suelo, simbolizando “el ablandamiento de las cinco medidas de dureza.”

La tradición es que todos hagan este ritual, hombres, mujeres e incluso niños pequeños. No se debe usar un atado de sauce ya usado por otra persona, se debe adquirir un atado para cada miembro de la familia. Una vez usado muchos acostumbran a tirarlo encima del Arca.

Otras costumbres de Hoshaná Rabá

Estudiar por la noche

Teniendo en cuenta la importancia de este día, muchas comunidades acostumbran a quedarse despiertos en la noche previa a Hoshaná Rabá. Después de alegres bailes, se recite el libro entero de Devarim (Deuteronomio) donde están explicados los preceptos de amar y temer a Di-s. En algunas sinagogas se lo lee del mismo rollo de la Torá. Después de medianoche, se recita el libro completo de los salmos. En algunas comunidades el gabai (encargado de la sinagoga) reparte manzanas a los congregantes (simbolizando un año dulce). Estas manzanas se llevan a casa, se humectan con miel y se comen bajo la sucá.

Plegarias matutinas

Por la extensión de las Hoshanot, las plegarias son más largas que los demás días de Jol Hamoed. De todos modos en muchas comunidades (no en Jabad), las plegarias se engrosan con otros rezos tradicionales de las festividades, además de liturgia compuesta específicamente para Hoshaná Rabá, por lo que las oraciones duran varias horas. En algunas comunidades incluso se hace sonar el shofar en el transcurso de los rezos para llevar al arrepentimiento.

Las vueltas de las Hoshanot se hacen inmediatamente después de la lectura de la Torá o en algunas comunidades al culminar Musaf.

Leicaj

El Rebe distribuía leicaj (torta de miel) en Hoshaná Rabá, a aquellos que no habían tenido la oportunidad de recibir una porción en la víspera de Iom Kipur.

Comida festiva

Se realiza una comida festiva en la Sucá. Se moja el pan en miel por última vez. En muchas comunidades se come kreplaj (masa rellena con carne picada o pollo, doblada en triángulos. (Haga clic acá para obtener la receta)

También es el último día que recitamos la bendición de comer bajo la sucá, ya que el precepto bíblico de comer en la sucá dura solo siete días (aunque es la costumbre de muchas comunidades, como Jabad, fuera de la tierra de Israel comer en la sucá incluso el octavo día, Shemini Atzeret)