Hay una vieja costumbre de probar la comida de Shabat el viernes por la tarde. La mención más antigua de esta costumbre la encontramos en el libro “Majzor Vitry”1 de Rabí Simjá de Vitry (fallecido en 1105) que dice en nombre de los sabios del talmud, “quien prueba de la comida de Shabat en la víspera tiene larga vida.”2
Aparentemente extraído de una versión desaparecida del Talmud de Jerusalem, él explica que esto nos asegura que la comida no se quemó, o según otros3 que la comida está bien condimentada “y podrá ser comida con placer”.
Al asegurarnos que todo esté en orden en la víspera de Shabat es una obligación basada en el versículo “Entonces sabrás que hay paz en tu tienda…”4 Verificando que la comida de Shabat sea sabrosa y bien cocida, nos da la certeza que tendremos paz en Shabat. 5
Otros dan un motivo diferente: Agregar condimentos y especias a un plato caliente en Shabat puede ser complejo ya que podríamos estar “cocinando” las especias, por lo tanto, es recomendable probar antes de Shabat para asegurarnos que este condimentado a gusto. 6
Platos de la realeza
En las plegarias de Shabat, decimos, “Vetoamea jaim zajú” (Quienes prueben (Shabat) serán meritorios de vida). El Rabí Itzjak Luria (el Arizal) ve en este versículo una alusión que debemos probar la comida de Shabat el viernes por la tarde. 7
A su vez, explica que se compara a quien prepara un banquete real. El chef se asegura que cada plato este sabroso y que no falte nada ante de llevarlo a la mesa del rey, por lo que debemos hacer lo mismo para honrar al Shabat. 8
No hay que probar demasiado
Muchos tienen la costumbre de probar un poco de la comida preparada para Shabat, no necesariamente de cada plato. Esto se debe a que asumimos que quien cocina la comida ya sabe lo que está haciendo por lo que solo la probamos para cumplir con esta costumbre mística.9
A pesar que no es necesario comer una cantidad muy grande de cada plato, tiene que ser un poco más que una “probadita” para poder recitar correctamente la bendición previa a la comida. 10
El Rebe dijo que nunca vio a su predecesor, el Rebe anterior, probar la comida de Shabat. Pero el Rebe aseguró que si lo hacía espiritualmente probando el placer espiritual del Shabat incluso antes que el Shabat comience. 11
Una probadita del mundo venidero
Los místicos explican que del mismo modo que debemos probar un poco del Shabat semanal, también debemos probar un poco del gran Shabat, la era mesiánica a la que nos referimos como “el día que será todo Shabat”.12
El Talmud nos dice que nuestra historia está compuesta de seis milenios, y cada uno de ellos corresponde a un día de la semana. El séptimo milenio, la era mesiánica, corresponde al Shabat.
En esta era, los “justos” participarán de un “banquete”, que se refiere al deleite y el placer de estudiar los profundos secretos de la Torá que serán revelados en ese momento. Ya que nos encontramos en la segunda mitad del sexto milenio (estamos en el año 5783 del calendario judío), que corresponde a la tarde del viernes cósmico, debemos probar de este “banquete” preparado para Shabat.
Esta es la razón por la que el Baal Shem Tov comenzó a enseñar la dimensión profunda de la Torá, las enseñanzas del jasidismo, en el tiempo que corresponde al viernes a la tarde.
Esta “probada” nos da la fuerza para aguantar en la oscuridad del exilio y ayuda a acelerar “el día que será todo Shabat”.
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