¿Cuán importante es la preservación del aspecto "étnico" del judaísmo? En el curso de los siglos los judíos siempre fueron distinguibles del resto de los ciudadanos no sólo por sus creencias y rituales únicos, sino también por su inconfundible cultura judía. La mayor parte del tiempo conversaban en su propio lenguaje, tanto sea Ladino, Idish o cualquier otro lenguaje. "judío" que surgió en el tiempo. Los judíos también eran distinguibles por su forma de única vestir y sus nombres. A cualquier país que llegara, la comunidad judía lograba crear una subcultura que los separaba efectivamente del resto de la gente.
Hoy, muchos minimizan la importancia de mantener esas expresiones externas de nuestra cultura. Quizás esta insularidad era necesaria cuando los judíos vivían en la Edad Media y necesitaban distanciarse del resto de la población que en el mejor de los casos era ignorante y supersticiosa. En una sociedad moderna e iluminada, sin embargo, no hay necesidad de ostentar nuestro judaísmo manteniendo una subcultura judía. El Idish es para Bobe y Zaidy, y la cultura judía es fascinante... cuando se ve en un documental o un museo. En su lugar, se enfatizan las creencias y rituales: la creencia en D-os y la Torá como Su palabra, observar el Shabat, las plegarias, y comer Kosher. El lenguaje, la forma de vestir y los nombres son considerados meras externalidades, superficiales comparadas con la profundidad de la Torá y las mitzvot.
"Los que no estudian la historia están condenados a repetirla." La indagación de la vida judía en Egipto, la primera vez que nuestro pueblo fue huésped en una tierra extranjera, revela un hecho interesante: nuestros ancestros estaban muy faltos en el área de la observancia judía. En su mayoría habían asumido las creencias paganas de sus amos egipcios y estaban faltos de mitzvot. Lo que sí poseían era un feroz orgullo judío y un rechazo obstinado a identificarse a si mismos como egipcios.
La porción de la Torá de esta semana comienza con las palabras "Y estos fueron los nombres (Shemot) de los hijos de Israel que llegaron a Egipto... Reuven, Shimon...". La Torá menciona los nombres. de las tribus porque jugaron un rol fundamental en la eventual redención del exilio egipcio. El Midrash dice que los judíos merecieron la redención de Egipto porque no adoptaron la cultura de la nación que los albergaba. Nunca cambiaron sus nombres judíos, continuaron conversando en la Lengua Sagrada, y mantuvieron su forma de vestir distintivamente judía. "Reuven y Shimon descendieron (a Egipto), Reuven y Shimon salieron (de Egipto), porque no cambiaron sus nombres."
No es coincidencia que todo el Libro de Éxodo, que discute la Redención y sus repercusiones posteriores sea llamado Shemot.
Usar el nombre judío de uno o llevar kipá puede no ser tan significativo o estimulante espiritualmente como estudiar Torá o hacer una mitzvá, pero en cierto sentido esos simbolos de identidad judia son muchos más importantes. Demuestran el orgullo y la dignidad judías, son símbolos de nuestra singularidad, son nuestra defensa contra la asimilación, y en su mérito seremos testigos de otra redención, la Redención Final.
El Talmud declara, "En mérito a las mujeres justas de esa generación, nuestros ancestros fueron redimidos de Egipto." La mujer, en su capacidad como base y fundamento del hogar, marca las pautas de toda la casa y es la que determina el carácter del hogar. Las mujeres judías en Egipto reconocieron su responsabilidad y privilegio único, la tarea de criar judíos orgullosos en medio de la cultura más moderna y científicamente iluminada de la época. Ellas cumplieron esta misión y trajeron la redención para toda la nación. De acuerdo a la Cábala, las almas de la última generación antes de la llegada del Mesías son reencarnaciones de la generación que salió de Egipto. Hoy, también, las mujeres que imbuyen a sus hijos con una fuerte identidad judía en la era de Internet, son las que están preparando el camino para la redención final.
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