Algunas conclusiones son más obvias que otras. A veces la conclusión más obvia no es necesariamente correcta. Extraer sus propias conclusiones a veces puede ser un negocio riesgoso.

Tomen el caso de la Parashá de esta semana. Los espías enviados por Moisés retornan de su misión de reconocimiento de la Tierra Prometida con un atemorizante informe acerca de las feroces y guerreras naciones de Canaan. El Pueblo Judío está desanimado, asustado y hasta llora ante el pensamiento de su inminente invasión, convencidos de que será una suicida misión imposible. El Todopoderoso está enojado, el pueblo es castigado por su falta de fe en Su promesa y los espías se hunden en la historia como los villanos del cuento.

¿Por qué? ¿Cuál fue en realidad su pecado? Moisés pidió un informe de la tierra. Ellos volvieron e informaron exactamente lo que habían visto. No dijeron mentiras. La tierra era formidable. Sus habitantes eran altos y poderosos. Los frutos eran extraordinariamente grandes. Hasta trajeron ejemplos para probarlo. Si todo era verdad ¿por qué fueron castigados?

La respuesta se encuentra no en el informe sino en su conclusión. Los hechos que los espías presentaron eran completamente exactos. El pecado fue su conclusión "No podremos vencer a esa gente, pues son demasiado fuertes para nosotros". Moisés los envió en una misión para determinar hechos. Su trabajo era traer información. Nadie les pidió sus opiniones personales. Todo el objetivo de su misión era reunir los datos necesarios para que los israelitas encontraran la mejor manera de conquistar la tierra. Que ellos lo hicieran era un hecho. Di-s les había prometido la tierra, les había contado de sus bellezas naturales y les había asegurado el éxito.

El mismo Di-s que milagrosamente los liberó de Egipto, el más imponente superpoder en la tierra, partió el mar para ustedes y Se les reveló en toda Su gloria en Sinaí, ha dicho ahora que la Tierra Prometida está ahí, esperando por ustedes. Y después de todo lo que hizo por ustedes; ¿Ustedes se dan vuelta y públicamente dudan que Su poder los ayude a triunfar? Esto no es sólo un error de juicio. Es vergonzoso, pecaminoso y desleal. El informe de los espías fue correcto, pero sus conclusiones fueron desastrosas.

Un profesor de escuela secundaria decidió demostrar a su clase los peligros del abuso del alcohol. Por lo tanto realizó un experimento. Tomó un vaso con agua y un vaso con whisky. Luego tomó un pequeño gusano y lo puso en el vaso con agua. El gusano nadó tranquilamente, y luego el profesor lo sacó ileso. Luego puso al gusano en el vaso con whisky. En un instante el gusano murió. Luego se volvió a la clase y preguntó que probaba el experimento. Al instante un muchacho sabio gritó "Señor, esto prueba en forma concluyente que si usted toma suficiente whisky, ¡nunca sufrirá por los gusanos!"

Los hechos están ahí para que todos los veamos. La cuestión es cómo los interpretamos. Si tenemos una posición preconcebida y luego manipulamos los datos para extraer conclusiones adecuadas para nosotros, podremos ser inteligentes al principio, pero finalmente seguiremos el camino de los espías. Sin fe aun la información más exacta puede llevar a una conclusión equivocada.