En una conocida afirmación, nuestros Sabios declaran que el propósito para el que se creara este mundo es que el Santo, bendito sea, deseó tener una morada en los [planos] inferiores. Ahora bien, ante El [—o sea, en Su visión—], la distinción de "superior" e "inferior" no es válida, pues El permea todos los mundos por igual. [Entonces, ¿qué significan los términos "superior" e "inferior"?]

La explicación del tema, sin embargo, es [que Di-s deseó una morada en el plano considerado "inferior" dentro de los rangos de los mundos,] de la siguiente manera:

Antes de que el mundo [—cualquier mundo—] fuera creado, estaba solamente El, uno y único, llenando todo el espacio en que El creó el mundo. Desde Su óptica, [de hecho,] sigue siendo lo mismo ahora. El cambio se aplica sólo a los receptores de Su fuerza vitalizadora y luz, que la reciben a través de muchas "vestimentas" que velan y ocultan la luz de Di-s, como está escrito: "Pues ningún hombre ha de verme y vivir". Y como nuestros Sabios interpretaron [la palabra vajái ("y vivir") como referencia a los ángeles; así:] "ni siquiera los ángeles llamados jaiot pueden ver...".

Este [ocultamiento] es el concepto de Hishtalshelut [gradación encadenada] de los mundos, y su descenso de grado en grado a través de las muchas "vestimentas" que ocultan la luz y la fuerza vital [que emanan] de El, culminando en la creación de este mundo físico y burdo. [Este mundo] es el más bajo en grado; no hay más bajo que él en términos de ocultamiento de Su luz y [ningún mundo se compara a él en] oscuridad doble y redoblada. Tal es así, que [este mundo] está lleno de kelipot y sitrá ajará que realmente se oponen a Di-s, diciendo: "Yo soy, y no hay nada más aparte de mí".

El propósito del Hishtalshelut de los mundos y de su descenso de grado en grado no es en aras de los mundos superiores, pues para ellos esto constituye un descenso de la luz de Su Semblante. Mas bien, el principal objetivo [del hishtalshelut] es este mundo inferior, pues tal fue Su voluntad: que El tenga satisfacción cuando la sitrá ajará es subyugada [a la santidad] y la oscuridad [de la kelipá] es transformada en luz [sagrada] de modo que en el lugar de la oscuridad y la sitrá ajará [prevalecientes] en todo este mundo brille la luz Ein Sof de Di-s con mayor fuerza e intensidad, y con la superioridad de la luz que emerge de la oscuridad; [brillará entonces con más intensidad] que como es su destello en los mundos superiores8. Allí, brilla a través de "vestimentas" y el ocultamiento del Semblante, que esconde y oculta la luz Ein Sof a fin de que [los mundos] no sean disueltos fuera de la existencia.

Con este propósito, el Santo, bendito sea, dio a Israel la Torá que es llamada "poder" y "fuerza", como dijeron nuestros Sabios que Di-s da fuerza a los tzadikím —justos— para recibir su recompensa en el Mundo Venidero [¿y para qué hace falta esta "fuerza"?] para que su existencia no se disuelva dentro de la luz Divina que se revelará en el futuro sin vestimenta alguna, como está escrito: "Ya no se ocultará (ikanaf) más tu Maestro [es decir, [no como lo interpretan algunos, que "no retendrá más tus lluvias", sino conforme la interpretación de Rashi:] "[Di-s] ya no Se ocultará a Sí Mismo de ti con la esquina (kanáf) de un manto o vestimenta"] y tus ojos verán a tu Maestro"; y también está escrito: "Pues ellos verán ojo a ojo..."; y está escrito: "El sol ya no será más tu luz de día... pues Di-s será tu luz eterna...".

Es bien sabido que la Era Mesiánica, especialmente el período posterior a la Resurrección de los Difuntos es, en verdad, el objetivo esencial y plenitud de la creación de este mundo. Es con éste [propósito] que originalmente fue creado.*

* NOTA

El [tiempo de] recibimiento de recompensa es esencialmente en el séptimo milenio, como se declara en Likutéi Torá del AríZal.

Algo de esta especie ha sido experimentado ya con anterioridad, en el momento de la Entrega de la Torá [en Sinaí], como está escrito: "Tú (Di-s) Te has revelado, para que supiéramos que Di-s es el Señor; no hay nada más aparte de El". [Esto es:] "Tú realmente 'Te has revelado', [indicando que la revelación fue de manera] perceptible a la visión física, como está escrito: "Y todo el pueblo vio el tronar" — 'vieron lo que [normalmente] se oye'. Tal como explicaron nuestros Sabios: 'Ellos miraron hacia el este y oyeron el habla [Divina] que brotaba [decía:] "Yo soy [Di-s, tu Señor]", y así, también, [volviéndose hacia los cuatro puntos cardinales, hacia arriba y abajo" [escucharon las palabras viniendo de cada dirección]. Tal como se explica también en Tikuním: "No había lugar desde el cual El no les hablara". Esto era así porque en los Diez Mandamientos se revelaba su bendita Voluntad, pues estos comprenden toda la Torá que representa el aspecto interior de Su Voluntad y Sabiduría, donde no hay "ocultamiento del Semblante" alguno, tal como decimos [en nuestras plegarias]: "Pues con la luz de Tu Semblante nos has dado una Torá de vida". Por eso [los judíos al pie del Sinaí] fueron anulados de la existencia, como dijeran nuestros Sabios: "A cada pronunciamiento [Divino] sus almas los abandonaban en vuelo... sólo que Di-s las restauraba en ellos con el rocío con que El volverá a la vida a los difuntos [en el Mundo Venidero]". Este es el "rocío" de Torá que es llamado "fuerza". Similarmente han remarcado nuestros Sabios: "Todo el que se enfrasca en [el estudio de] la Torá, el rocío de la Torá lo revivirá".

Pero posteriormente, [luego de dada la Torá,] su pecado ocasionó que tanto ellos como el mundo se volvieran burdos [nuevamente] — hasta "el fin de los días". Entonces, la escoria del cuerpo y del mundo será purificada, y estos podrán recibir la revelación de la luz Divina que brillará sobre Israel, por vías de la Torá que es llamada "fuerza". Y de la excesiva luz que brillará sobre [el pueblo de] Israel se iluminará también la oscuridad de las naciones, como está escrito: "Las naciones andarán con tu luz"; y está escrito [que las naciones dirán al pueblo judío]: "Casa de Iaacov, ven caminemos juntos con la luz de Di-s"; y está escrito: "Y la gloria de Di-s se revelará, y toda carne verá..."; y está escrito: "Para introducirse en los huecos de las piedras y en las grietas de las rocas, por temor a Di-s y por Su majestuosa gloria". Y como decimos [pidiendo en nuestras plegarias]: "Aparece, en el majestuoso esplendor de Tu poder, sobre todos los habitantes del mundo" [incluyendo a las demás naciones].