Ahora bien, meditando acerca de la grandeza del bendito Ein Sof, la persona pensante [se dará cuenta] que tal como Su Nombre lo indica, así es El: No hay término (sof) ni límite ni fin alguno para la luz y vitalidad que se expande de Su Voluntad simple, y ésta está unida a Su esencia y ser en perfecta unidad. Si los mundos hubieran descendido de la luz del bendito Ein Sof sin "contracciones", sino por vías de un descenso escalonado de grado en grado a modo de causa y efecto [siendo el nivel superior causa directa para la manifestación del inferior], este mundo [y todo lo que contiene], no hubiera sido creado en su forma presente, de orden finito y limitado [como lo es, conforme lo dicho:] "De la tierra al firmamento hay una distancia de 500 años", y similarmente [es limitada la distancia] entre [un] firmamento y [el siguiente] firmamento, así como también el espesor de cada firmamento [es de una distancia de 500 años. Y todo esto en cuanto a este mundo]. Incluso el Mundo Venidero y el nivel superior de Gan Edén —morada de las almas de los grandes tzadikím—, y las almas mismas y, ni hace falta decirlo, los ángeles, todos están en el plano de la restricción y la limitación, porque hay un límite a su captación de la luz del bendito Ein Sof que brilla sobre ellos a través de investirse en JaBaD, etc., por lo que también hay un límite al deleite que derivan del resplandor de la Shejiná y a su placer en la luz de Di-s; porque ellos son incapaces de derivar deleite y placer del orden infinito sin verse anulados de la existencia y devueltos a su fuente.

Ahora bien, en cuanto a los [intricados] detalles de las "contracciones", cómo [logran su efecto] y qué [son de hecho] — éste no es el lugar [apropiado] para su explicación [detallada]. Pero, en general, son algo al estilo de un oscurecimiento y ocultamiento del flujo de luz y vitalidad, de manera que [la luz y vitalidad] no ilumine y llegue a las criaturas inferiores de una manera revelada —permeándolas y actuando en ellas y animándolas de manera tal que existan como "algo a partir de la nada"— sino [que ilumine y llegue] apenas en una medida extremadamente ínfima, a fin de que [las criaturas inferiores] existan en un estado finito y limitado. Esta constituye una iluminación infinitesimal, es realmente considerada como nada en comparación con la calidad de la ilimitada e infinita iluminación. No hay proporción ni relación entre ellas, según se entiende el término "proporción" en los valores numéricos, en los que el número 1 guarda proporción con el número 1.000.000, ya que es una millonésima parte de él; pero en cuanto a algo que trasciende lo finito y la numeración, no hay número, [no importa cuán grande sea,] que pueda guardar proporción con él —porque mil millones o cien mil millones, [en comparación con el infinito,] no adquieren siquiera la relevancia del valor de 1 en comparación con mil millones o cien mil millones— sino que [cualquier número] es realmente considerado como nada.

Así realmente [en extremo insignificante] es la calidad de esta ínfima iluminación [posterior a la "contracción"] que se inviste en los mundos superiores e inferiores a fin de proveerlos de sustento y vida, cuando es comparada con la calidad de la luz escondida y oculta que es de un orden infinito y no se inviste ni ejerce su influencia en los mundos de una manera revelada, para proveerlos de vida, sino que los "abarca" desde arriba, y es denominada sovev kol almín (lit.: "que abarca todos los mundos").

El significado de esto no es que [los] rodea y abarca desde arriba en el sentido espacial, Di-s libre, pues en las cuestiones espirituales la condición de espacio no es aplicable de manera alguna, sino que su significado es que [los] "rodea y abarca desde arriba" en lo que respecta a la revelación de esta influencia, porque la influencia que se encuentra en la condición de "revelación" en los mundos es llamada "investidura", al estar "investida" dentro de los mundos, pues la influencia que estos reciben es vestida y comprendida por estos, mientras que la influencia que no viene en la condición de la "revelación", sino que perdura oculta y escondida y no es captada por los mundos, no es descripta como estando "investida" en ellos sino como "rodeando y abarcando" [a ellos].

Por eso, dado que los mundos pertenecen al orden de lo finito y limitado, se desprende que sólo un reflejo extremadamente ínfimo y contraído del flujo de la [infinita] luz del bendito Ein Sof se inviste y manifiesta en ellos de una manera revelada, y esto sólo para animarlos en un estado finito y limitado. Pero la luz principal que no tiene contracción en un grado tal es llamada makíf ("que abarca") y sovev ("que rodea") porque su influencia no se revela dentro de ellos, por cuanto ellos pertenecen al orden de lo finito y limitado.

Para ilustrar esta idea, considérese este mundo material. Pese a que "Todo el mundo está lleno de Su gloria", es decir, [no apenas con un ínfimo resplandor de la Divinidad, sino con] la luz del bendito Ein Sof —como está escrito: "'¿No lleno acaso Yo los cielos y la tierra?', dice Di-s"—, no obstante, sólo una vitalidad muy limitada, no mayor a la de la categoría de [la que está revelada en] los reinos inerte y vegetal, está investida dentro [de este mundo] en la forma de influencia "revelada", mientras que toda la luz del bendito Ein Sof [que llena el mundo de una manera oculta] es descripta como "rodeándolo" —aunque en realidad está en su interior— porque su influencia no se revela en él en mayor medida [que en los reinos inerte y vegetal], sino que lo afecta de una manera oculta y escondida; y se llama "rodea desde arriba" a toda influencia de naturaleza oculta, Pues alma deitkásia —el "mundo oculto"— está en un plano superior a alma deitgália —el "mundo revelado"—.

Hagámoslo más comprensible por intermedio de un ejemplo. Cuando una persona reproduce en su mente [la imagen de] algo que ha visto o ve, aunque todo el cuerpo y esencia de aquella cosa —tanto su exterior como su interior y su mismísimo núcleo— están completamente reflejados en su mente y pensamiento —pues él lo ha visto o lo está viendo en su totalidad—, se dice que su mente abarca ese objeto completamente, y éste es rodeado por su mente y pensamiento. Pero no es rodeado en la práctica real, sino sólo en la imaginación del pensamiento y la mente del hombre.

Di-s, sin embargo, de Quien está escrito: "Pues Mis pensamientos no son tus pensamientos...", Su Pensamiento y Su Mente que conoce todas las cosas creadas rodean a todos y cada uno de los seres creados, de la cabeza hasta su fin, y su interior y núcleo mismo, todo en la práctica concreta.

Por ejemplo, en el caso de esta Tierra, Su conocimiento abarca la totalidad del diámetro del globo terráqueo, junto con todo lo que se encuentra en él y en su interior más profundo hasta las profundidades más hondas, todo en la práctica concreta. Porque este conocimiento constituye la vitalidad de todo el espesor esférico de la Tierra y su creación como un algo a partir de la nada. No obstante, no hubiera cobrado existencia tal cual es ahora, como una cosa finita y limitada, con una vitalidad extremadamente minúscula suficiente para los niveles de la materia inorgánica y la vegetación, de no ser por el [hecho de que el mundo es creado a través de] las muchas poderosas contracciones que han condensado la luz y vitalidad investida en la Tierra para animarla y sostenerla en su estado finito y limitado y en los niveles de materia inorgánica y vegetal solamente.

Pero su conocimiento que está unido a Su esencia y ser —pues "El es el Conocimiento, el Conocedor y lo Conocido, y conociéndose a Sí Mismo, para decirlo de alguna manera, conoce El todos los seres creados —pero no con un conocimiento que es exterior a El Mismo, como [sí es el caso de] el conocimiento del ser humano—, porque todos ellos son derivados de Su genuina realidad, y comprender claramente esta cuestión no está dentro de la capacidad de los seres humanos..."—*,

* NOTA

Tal como escribió Rambam (Maimónides) —sea su memoria bendición— [que Di-s es "el conocimiento, el Conocedor y lo Conocido"], y los Sabios de la Cabalá han consentido con su punto de vista —como se afirma en Pardés de Rabí Moshé Cordovero, sea su memoria bendición—. Esto concuerda también con la Cabalá de nuestro maestro Rabí Itzjak [Luria] —sea su memoria bendición— en cuanto al misterio [—la doctrina—] de la "contracción" e investidura de las luces [de las sefirot] en los recipientes [de las sefirot] como se explicó antes, en el capítulo 2.

este conocimiento, puesto que es de un orden infinito, no es descripto como invistiéndose en el globo terráqueo, que es finito y limitado, sino como rodeándolo y abarcándolo, pese a que este conocimiento incluye todo su espesor e interior en la práctica concreta, dándole de ese modo existencia a partir de la nada, como se explica en otra parte.