Ahora bien, a pesar de que los aspectos particulares de la naturaleza del oscurecimiento y ocultamiento de la [infinita] luz del bendito Ein Sof en el descenso de los mundos —[descendiendo como lo hacen, cada vez más bajo,] hasta ser creado este mundo material— son demasiado numerosos como para ser contados y son de muchas clases diferentes, como lo saben aquellos que han gustado del "Arbol de la Vida", no obstante, en general, hay tres niveles de poderosas y globales "contracciones" que dan lugar a tres Mundos generales, consistiendo cada categoría de miríadas de miríadas de [aspectos] particulares. Estos son los tres Mundos de Beriá, Ietzirá y Asiá, pues el mundo de Atzilut es Divinidad misma.

A fin de crear el Mundo de Beriá —que consiste de las almas superiores y los ángeles cuyo servicio a Di-s está en la esfera de [las facultades intelectuales de] JaBaD que se invisten en ellos, y ellos las captan y reciben [influencia] de ellas— tuvo que precederle una poderosa "contracción", como se mencionara antes.

Así también de Beriá a Ietzirá, pues la minúscula porción de luz que se inviste en el Mundo de Beriá continúa estando todavía en una categoría de infinito en relación con el Mundo de Ietzirá, y no puede investirse en este último salvo a través de la contracción y el oscurecimiento. Así, también, de Ietzirá a Asiá. [Una explicación detallada de estas tres "contracciones" se da en otro lugar, con el objeto de hacerlas más accesibles a nuestro pobre intelecto].

El propósito de todas las "contracciones" es la creación del cuerpo humano material y la subyugación de la sitrá ajará [por parte del hombre], para producir la preeminencia de la luz que suplanta la oscuridad cuando la persona eleva su Alma Divina y su alma vitalizadora junto con sus vestimentas y todos los poderes del cuerpo, a Di-s solamente, como se ha analizado antes extensamente, pues éste es el propósito del progresivo descenso de los Mundos.

Ahora bien, "Tal como el agua refleja la imagen del rostro": tal como Di-s —para decirlo de alguna manera— dejó e hizo a un lado, hablando en términos figurativos, Su gran luz infinita, y la ha atesorado y ocultado por vías de tres diferentes tipos de "contracciones" —y todo esto por Su amor por el inferior hombre, a fin de elevarlo hasta Di-s, porque "el amor impele la carne"—, cuanto más, y en un número infinitamente mayor de veces, es apropiado que también el hombre abandone y haga a un lado todo lo que posee, tanto espiritual como físicamente, y renuncie a todo a fin de unirse a El, con unión, deseo y anhelo, sin ningún impedimento, interno o externo, ni del cuerpo ni del alma, ni de dinero, esposa o hijos.

Esto permitirá comprender la eminentemente razonable explicación de la norma rabínica que ordena el recitado de las bendiciones del Shemá: dos [bendiciones] que le preceden, etcétera. Pues, a primera vista parecería que no tienen conexión alguna con la Lectura del Shemá, como lo han declarado Rashbá y otros codificadores. ¿Por qué, entonces, fueron denominadas "bendiciones del Shemá"? ¿Y por qué se instituyó que fueran recitadas específicamente antes de éste [de momento que no están vinculadas al Shemá de ninguna manera aparente]?

Sin embargo, el motivo es que la esencia de la Lectura del Shemá es cumplir [la ordenanza] "con todo tu corazón...", esto es, "con ambas inclinaciones tuyas...", es decir, imponerse a cualquier cosa que [le] impida el amor a Di-s. Pues "tu corazón" alude a la esposa y a los hijos de ésta, hacia quienes el corazón del hombre está, por su misma naturaleza, ligado. Así han comentado los Sabios sobre el versículo: "Pues El habló y ocurrió" — 'esto se refiere a la esposa de uno'; "El ordenó y se alzó firme" — 'esto se refiere a los hijos'; y por [las palabras] "tu alma y tu fuerza" [del Shemá] se entiende, literalmente, 'tu vida y sustento'; renunciar a todo en aras del amor a Di-s.

Pero, ¿cómo puede el hombre físico llegar a este nivel? Es con esta finalidad, por eso, que la bendición de iotzer or fue introducida [para ser recitada] primero, pues allí se manifiesta y reitera en detalle el concepto y orden de los ángeles "parados en la cumbre del mundo" con el objeto de proclamar la grandeza del Santo, bendito sea, cómo todos ellos están anulados en su bendita luz y "pronuncian con temor..." "y santifican..." [el Nombre de Di-s] y "declaran con temor 'Santo'...", significando [—su decir 'Santo...'—] que El está separado de ellos, y no Se inviste en ellos en un estado revelado, sino que [¿dónde está revelado Di-s?] "Toda la Tierra está llena de Su gloria", es decir, la comunidad de Israel en lo Alto, e Israel [en la Tierra] abajo, como se ha explicado antes.

Así, también, "los Ofaním y los sagrados Jaiot, con gran estruendo... [declaran] 'Bendita sea la gloria de Di-s [y que sea atraída] desde su lugar'", pues ellos no saben ni captan su lugar, como nosotros decimos [un par de líneas después] "Porque El solo es exaltado y santo".

Luego sigue la segunda bendición [que declara el inmenso amor de Di-s por el pueblo judío. Esta dice:] "Con amor eterno nos has amado, Di-s nuestro Señor". Esto es decir que El ha dejado de lado todas las santas huestes supremas, e hizo que Su Shejiná morara sobre nosotros, [el pueblo judío,] de manera que El fuera llamado "nuestro Di-s" en el mismo sentido con que El es llamado "el Di-s de Avraham", como se explicara antes. Esto se debe a que "el amor impele la carne". Por eso [este amor por parte de Di-s] es llamado ahavat olam, porque se refiere a la "contracción" de Su grande e infinita luz, asumiendo la vestimenta de lo finito, que se llama olam ("mundo"). [Di-s produjo esta "contracción"] en aras de Su amor por Su pueblo Israel, a fin de traerlos cerca de Sí, para que puedan ser absorbidos dentro de Su bendita Unicidad [a través de Torá y mitzvot].

Este es también [el significado de] lo que está escrito [y recitamos un poco más adelante en la misma bendición de ahavat olam] "[con] excesiva y enorme compasión [Tú Te apiadaste de nosotros]", o sea, [una piedad excediendo la cercanía de Di-s hacia todas las huestes en lo Alto; [la misma bendición de ahavat olam prosigue diciendo:] "...y Tú nos has elegido de entre todos los pueblos y lenguas" —esto se refiere al cuerpo material que, en sus aspectos corpóreos, es similar a los cuerpos de los gentiles del Mundo, "y Tú nos has traído cerca... para dar gracias..." —la interpretación de "gracias" será dada en otro lugar— "...y proclaman Tu Unicidad...", lo que significa ser absorbido en su bendita Unidad, como se explicara arriba.

Cuando el hombre pensante reflexione acerca de estas cuestiones en las profundidades de su corazón y cerebro, entonces, tal como el agua refleja la imagen del rostro, [así] su alma se encenderá espontáneamente [con amor a Di-s] y se investirá de un espíritu de benevolencia, para dejar de lado por propia voluntad, y abandonar resueltamente, todo lo que posee, a fin de únicamente unirse a El y ser absorbido dentro de Su luz con apego y anhelo, etc., a modo de "beso", y con unión de espíritu con Espíritu, como se ha explicado antes.

Pero, ¿cómo tiene lugar la unión de espíritu con Espíritu? Con este fin se afirma [más adelante en el Shemá, a casi inmediata continuación de la frase "con todo tu corazón", etc.]: "Y estas palabras estarán... sobre tu corazón... Y hablarás de ellas...". Como se explica en Etz Jaím, la unión de "beso" [que incorpora la unión de "unión de espíritu con Espíritu"] es esencialmente la unión de JaBaD con JaBaD; esto es, la concentración en la Torá, mientras que la boca, como punto de salida del aliento y su emergencia a un estado revelado, representa el nivel del habla abocada a palabras de la Torá, pues "por cada palabra que procede de la boca de Di-s, vive el hombre".

No obstante, la persona no cumple su deber solamente por medio de la meditación y la reflexión concentrada, a menos de que exprese las palabras con sus labios, a fin de atraer la [infinita] luz del bendito Ein Sof hacia abajo inclusive en el alma vitalizadora que mora en la sangre del hombre, que [a su vez] es producida por [la ingesta de alimentos procedentes de] el [reino] mineral, el vegetal y el animal. Con ello la persona los eleva a todos hacia Di-s, junto con el universo entero, haciendo que ellos sean absorbidos en Su bendita Unidad y luz que iluminará al mundo y a sus habitantes de una manera revelada [en el espíritu del versículo que dice] "y la gloria de Di-s habrá de revelarse y [en medida tal que] toda carne la verá...". Pues éste es el propósito del descenso progresivo de todos los mundos: que la gloria de Di-s permee especialmente este mundo [físico] de una manera revelada, para cambiar [la] oscuridad [de las kelipot] por luz [de santidad] y [la] amargura [del mundo, cuya fuerza vital es de kelipat noga] por [la] dulzura [de la bondad y la santidad], como se explicara antes en detalle.

Y ésta es la esencia de la intención del servicio del hombre: atraer la [infinita] luz del bendito Ein Sof hacia abajo. Sin embargo, la iniciativa debe tener lugar a través de la "elevación de Ma"n", sometiendo a El toda su alma y todo lo que tiene, como se explicara arriba.