Un hombre llamó a su anciana madre. "¿Cómo estás mamá?" "No muy bien" dijo la madre "he estado muy débil". "¿Por qué estás tan débil mamá?" "Porque no he comido desde hace 38 días". "¡Eso es terrible! ¿Por qué no has comido durante 38 días?" La madre respondió "Porque no quise que mi boca estuviera llena de comida si tu llamabas".
A menudo se me acercan padres y abuelos que están molestos por el hecho de que sus hijos o nietos no los tratan de la forma que ellos consideran apropiada. Las quejas comunes incluyen "Después de todo lo que he hecho por ellos, no me visitan" o "Desde que se casaron no me llaman o no pasan el tiempo conmigo" o "No me invitan a sus fiestas" y así. No comprenden cómo es posible que sus hijos y nietos sean tan egocéntricos y estén tan absortos en sus propias vidas.
Un abuelo me dijo: "Escribí una carta a mi nieto diciéndole que la forma en que se está comportando hacia mí es inaceptable. Mi hijo se enojó diciendo '¿Cómo te atreves a hablarle así?' En lugar de resolver el problema con mi nieto, he creado uno nuevo con mi hijo".
Una vez oí que lo explicaban de esta manera: Los hijos de Adán y Eva aprendieron de ellos, por ejemplo, como un padre cuida a un hijo. Pero ellos no pudieron ser un ejemplo para sus hijos acerca de cómo cuidar de los padres — ¡Ellos no los tenían! Hablaban acerca de ello. Pero, como sabemos, lo que decimos no es tan efectivo como lo que hacemos. No es tan natural que los hijos se ocupen de sus padres como los padres cuidan de los hijos. Quizás es por eso que el mandamiento "Honra a tu padre y a tu madre" necesita estar escrito en los Diez Mandamientos, y ser recompensado con larga vida.
Otra cosa para tener en cuenta: Es una reacción natural que nos pongamos a la defensiva cuando alguien nos critica. También podemos tratar de evitar que la gente nos haga sentir incómodos. Inconcientemente nos podemos alejar de los lugares donde nos hacen sentir culpables. Es como mi agenda: las cosas que me provocan dolor terminan abajo de todo de la lista, y son trasladadas de un día para otro y una semana para otra.
Si queremos ayudar a nuestros hijos y nietos a cumplir la mitzvá de honrar a los padres debemos siempre tratar de darles el beneficio de la duda y juzgarlos favorablemente. Tenemos la esperanza de que esto mantenga las líneas de comunicación abiertas y nos permitirá crear una relación mejor con nuestros seres queridos. Si hacemos del tiempo que ellos pasan con nosotros una experiencia placentera, pronto veremos que ellos se relacionan con nosotros no con un sentido del deber, sino como algo que ellos verdaderamente desean y buscan.
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