El tema de esta semana es el sacrificio que hacen los padres.
Leemos en la Torá como Di-s probó a Abraham pidiéndole que sacrificara a su amado hijo Itzjak. Abraham que era el paradigma de la bondad puso de costado sus sentimientos y supero la difícil prueba, a punto tal que constantemente los judíos la recordamos cuando queremos implorar la misericordia divina.
Y el dolor de una madre por sus hijos es todavía más profundo.
Esta semana el 11 de Jeshvan recordamos el aniversario de fallecimiento de la matriarca Rajel.
El Midrash cuenta que Di-s decretó que Rajel fuera enterrada sola al costado de la ruta en lugar de la cueva de los patriarcas en Jebron. En las próximas generaciones cuando los judíos eran llevados al exilio por esa misma ruta, su alma gemía frente a Di-s invocando su clemencia.
El MIdrash nos dice que todos nuestros patriarcas y matriarcas en el cielo rezan para que Di-s perdone a sus hijos y sea bondadoso con ellos, el profeta Jeremias nos cuenta que solo después de escuchar el clamor y el llanto de la matriarca Rajel por sus hijos, Di-s finalmente concede y dice: “Hay esperanza en su futuro… hijos retornen a sus fronteras”
Que se cumplan las plegarias de nuestros patriarcas. Amen.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy