Cuando Jacob recriminó a Labán por maltratarlo a él y a su familia, Labán cedió y ambos hicieron un pacto. Jacob erigió un montículo de piedra como monumento de su acuerdo de pasarlo sólo para hacer negocios, no para propósitos hostiles
Respeto por los Límites
אִם אָנִי לֹא אֶעֱבֹר אֵלֶיךָ אֶת הַגַּל הַזֶּה וְאִם אַתָּה לֹא תַעֲבֹר אֵלַי אֶת הַגַּל הַזֶּה וְאֶת הַמַּצֵּבָה הַזֹּאת לְרָעָה: (בראשית לא:נב)
[[Labán le dijo a Jacob] “No pasaré este montículo hacia tí y tú no pasarás este montículo y este monumento hacia mí.” Genesis 31:52

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A diferencia de una pared sólida, un montículo es una colección de piedras desconectadas, significando que la separación entre Labán y Jacob no sería absoluta.1 Espiritualmente esto significa que Jacob no estaba erigiendo una barrera impenetrable entre sí mismo y el ámbito de Labán. El continuaría entrando en el ámbito de Labán para el “negocio” de aprovechar las chispas de santidad que residen allí, pero lo haría mientras se mantiene despegado de las influencias negativas de la filosofía de vida de Labán.

Similarmente, el “montículo” conceptual que debemos erigir para distinguir entre nosotros y el mundo terrenal a nuestro alrededor debe dejarse semi permeable. A pesar de que debemos cruzar el montículo para realizar nuestro “negocio” de santificar el mundo material, al mismo tiempo debemos permanecer inmunes a sus aspectos negativos.2