En la segunda sección del libro de Números, la narrativa comienza cuando D-os le instruye a Moisés que complete el censo (Nasó en Hebreo) de los clanes levitas. Luego la Torá registra ciertas leyes relativas al proceso de purificación que los judíos deben pasar antes de partir del Monte Sinaí hacia la Tierra de Israel. Finalmente, la Torá registra las ofrendas que los príncipes de cada tribu donaron el día que fue erigido el Tabernáculo y comenzó a funcionar. Sus ofrendas resaltan el hecho de que el viaje del pueblo judío en el desierto - como también cada viaje individual por la vida para cumplir la misión Divina de uno - debe ser una experiencia tanto individual como colectiva.