En la octava sección del Deuteronomio, Moshé comienza su tercer y último discurso de despedida al pueblo judío, discurso que pronunció el día de su muerte, el 7 de Adar de 2488. Comienza el mismo pidiendo a todos que se pongan de pie (nitzavim, en hebreo) ante él para sellar el Pacto entre ellos y D-os.