Esta Parshá nos relata en detalle los nacimientos de los hijos de Iaakov, cuyos nombres recibirían las Tribus de Israel. ¿Para qué era necesario el detalle, en la descripción que comienza desde el embarazo hasta el nacimiento? Quizás con la siguiente historia lo comprenderemos mejor:
La mayoría de las personas estarán de acuerdo en que el intelecto es una de las herramientas más útiles. Pero existe una diferencia muy considerable en cómo y cuándo usarlo.
"¿Nuestros hijos dirán Kadish por nosotros?" Fue la preocupación de una generación pasada. No tenemos hijos, es el grito silencioso de la más desahogada generación.
Cuando Labán se queja de que Jacob estaba tratando de escaparse, Jacob le responde: “Hace ya veinte años que trabajo para ti en tu propiedad: catorce años para tus dos hijas y seis cuidando una parte de tu rebaño. ¡Ya cambiaste mi salario diez veces!”
Antes de nacer nos encontramos en un mundo de luz espiritual frente al Trono Celestial, y al nacer, entramos en la lucha incesante con el cuerpo y sus instintos y con el mundo material que nos rodea.
Hay un juego de equilibrio entre permanecer fieles al propio pasado y estar abiertos a nuevas experiencias.
Por Elisha Greenbaum
En nuestro propio viaje a lo largo de la vida hay un juego de equilibrio entre permanecer fieles al propio pasado y estar abiertos a nuevas experiencias.
La Torá nos dice que Dina, hija de Jacob y Lea, fue víctima de una terrible violación. La tradición nos agrega más interpretaciones parra ampliar nuestra comprensión de esta mujer especial.