En 1974, apareció una novedad en las calles de Manhattan. en medio del alboroto de gente, un extraño vehículo llamó la atención.
Era una camioneta estándar de la "U-Haul" o de la variedad de las "Ryder". La puerta de atrás se enrollaba para mostrar una carga formada por una mesa grande de madera, dos bancos de madera y decenas de jóvenes con barbas y sombreros negros.
Desde un altavoz pegado al techo, brotaba un popurrí de canciones jasídicas en un volumen alto, es decir, lo suficientemente alto como para hacerse oír por encima del estruendo de una esquina en Manhattan. Grandes carteles pegados a los lados del camión de mudanzas proclamaban: "Mitzva Tank", "Tefilín a bordo" y "Mitzvot en el acto para gente en movimiento".
El Rebe, Rabi Menajem Mendel Schneerson, de bendita memoria, había mandado a sus "tanques" a la batalla por el alma del judío norteamericano.
Si una gran parte de la comunidad judía había dejado de frecuentar la sinagoga por la mañana para ponerse los tefilín y rezar, el Rebe iba a traer los tefilín a ellos. Él iba a enviar a uno de sus estudiantes para interceptar a un judío norteamericano en las aceras de la ciudad. "Disculpe, señor", le diría el muchacho. "¿Es usted judío?". Si la respuesta fuera afirmativa, el joven continuaría, "¿Le gustaría ponerse los tefilín hoy?", es una mitzvá". El judío sería invitado a subirse a la camioneta para luego, arremangarse, ponerse los tefilín en el brazo y la cabeza, y recitar la corta plegaria.
Si fuese una judía norteamericana, se le ofrecería un kit gratis con un pequeño candelabro, una vela y un folleto con la información necesaria para encender las velas de shabat ese viernes a la tarde a la hora apropiada (18 minutos antes del atardecer), las bendiciones en hebreo e inglés, y un pequeño mensaje sobre la importancia de recibir al shabat en el hogar. Él o ella también recibirían literatura sobre las otras "Campañas de Mitzvot" del Rebe o la información correspondiente a la asistencia en cualquier circunstancia desde cómo mandar a chequear su mezuzá hasta cómo conseguir una escuela judía para sus hijos.
Eventualmente, las camionetas "Ryder" fueron reemplazadas por casas móviles equipadas con estanterías para libros y asientos cómodos para una rápida discusión o una clase improvisada. Pero el concepto seguía siendo el mismo: salir y conseguir que un judío realice una mitzvá.
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Mitzvá significa "mandamiento". Una mitzvá es una de las 613 instrucciones divinas dadas al judío contenidas en la Torá. La palabra, también, significa "conexión": una acción que conecta al judío que la realiza con Di-s, quien le ordenó hacerla.
Antes de la "Campaña de Mitzvá" del Rebe, la mitzvá era un acto privado realizado por un judío "religioso" en su casa o en la sinagoga. Por eso, fue natural que el enfoque del Rebe levantara muchas incertidumbres: "¿Tefilín a un hippie?", "¿Cuál es el punto de hacer una mitzvá en el camino a almorzar en un restaurante no kasher?". Las Mitzvot eran vistas como el detalle que hacía el estilo de vida de un judío religioso, pero se tornaban insignificantes cuando no formaban parte del compromiso integral.
El Rebe lo veía de manera diferente, la mitzvá es la conexión entre el hombre y Di-s, como un puente entre el creador y la creación, una mitzvá es un acto de significado cósmico, una acción de valor infinito por sí misma. Citando a Maimónides, el Rebe repitió una y otra vez: "Una sola persona realizando una sola mitzvá puede ser la acción que incline la balanza y traiga la redención al mundo entero y a toda la creación".
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