Reflexión expuesta en la sesión especial en la Knesset Israelí con motivo de la conmemoración del Rebe.
Cierta vez, fui a visitar al Rebe en Pesaj Sheni, el segundo Pesaj, con mi difunto suegro, el rabino Yedidya Frankel, de bendita memoria. Asistimos a una gran reunión, “Farbrengen”, junto con varias miles de personas y tuvimos el honor de sentarnos con los ancianos en la plataforma detrás de la silla del Rebe.
El Rebe entró, avanzó rápidamente, y se sentó en el centro. Luego, pronunció una profunda lección de la Torá durante cuatro horas sobre Pesaj Sheni. Las ideas y los conceptos que introdujo fueron muy originales, tanto que el rabino Frankel ¡me pellizcó de la emoción!
El rabino Frankel había conocido a los más grandes eruditos antes del Holocausto, pero estaba verdaderamente impresionado por la profundidad del Rebe, su brillante intuición y su asombrosa memoria. Durante su discurso, el Rebe citó cientos de fuentes del Talmud, Rishonim y Ajaronim, del Zohar y de la Kabalá sin recurrir a una sola anotación.
El Rebe se centró en los orígenes de Pesaj Sheni, cuando algunos judíos que estaban impuros o “lejos” se habían perdido la ofrenda de Pesaj. Ante esta situación, ellos exigieron, “¿Por qué debemos vernos privados?”. Entonces, Di-s les dio una segunda oportunidad para que trajeran la ofrenda un mes después, en Pesaj Sheni, el “Segundo Pesaj”.
El Rebe desarrolló esta idea a nivel talmúdico de forma muy profunda. Luego, continuó con su dimensión espiritual. “Hoy en día, muchos judíos exclaman ‘¿Por qué debemos vernos privados?’. Algunos han estado ‘muy lejos’, encerrados en la ignorancia durante 70 años de gobierno comunista o estaban cautivos en la impureza de la asimilación”. El Rebe exclamó muy emocionado “¡Estas personas claman! Si ellos no lo hacen personalmente, clamamos por ellos, ‘¿Por qué estamos siendo privados?’”.
Una vez le mencioné al Rebe que estoy involucrado activamente en “kiruv Rejokim”, traer de vuelta a los judíos perdidos que se han alejado. El Rebe inmediatamente me corrigió, “No podemos etiquetar a nadie como ‘alejado’. ¿Quiénes somos nosotros para determinar quién está lejos y quien está cerca? ¡Ellos están todos cerca de Di-s!”.
El Rebe nunca habló mal de nadie. Hemos recorrido un largo camino, y muchas veces el Rebe ha hecho algunas declaraciones fuertes sobre ciertas cuestiones. Sin embargo, en esas ocasiones, siempre habló de la cuestión, no de la persona.
Las opiniones del Rebe sobre Israel son muy conocidas al igual que las duras palabras que ha tenido para con algunos de los miembros más honorables del Knesset que se encuentran reunidos hoy aquí. Su integridad, su valentía y su firmeza, son un asunto de interés. Habló abiertamente y sin temor, pero siempre con el mayor amor por la Tierra de Israel y por su gente. Sus palabras se relacionan con nosotros hoy en día. Todo lo que alguna vez dijo, tuvo la intención de generar un impacto en el presente, en el pasado y en el futuro.
Ahora, después del fallecimiento del Rebe, exclamamos “¿Por qué debemos vernos privados?”. Oremos para que el Rebe interceda a favor de todo Israel en el Cielo, para traer pronto la redención en nuestros días.
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