¿Cómo se hace para ganar dinero?
Cualquier empresario exitoso diría que ganar dinero depende, casi en un 100%, de los contactos. Si uno sabe conectar cosas o conectar personas o, mejor aún, conectar personas y cosas, de pronto se genera más valor en el mundo. Y aquel que ha creado ese valor, por ser su autor, recibe una parte, por lo general en forma de dinero.
Bastante sencillo, ¿no les parece? Crear algo de la nada. Ahora bien, ¿cómo funciona eso exactamente?
Funciona porque, en el principio, el mundo en su totalidad era un único gran pensamiento. No sólo una masa. O un campo energético. Ese pensamiento era demasiado extenso para caber en ningún universo. Por eso explotó en incontables partes diseminadas que conforman el mundo en el que vivimos.
Nosotros, los seres humanos, venimos a este mundo con un vago recuerdo de ese pensamiento originario. Y es por eso que tenemos un don para vislumbrar cómo esas partes se vuelven a encastrar. Cuando lo hacen, el mundo se acerca cada vez más a ese pensamiento primigenio, y es por eso que surge más valor.
Es por eso que cualquier empresa que crea verdadero valor realiza un llamado divino, porque mejora el mundo. Del mismo modo en que los negocios que se fundan en los valores son responsables, más que cualquier otra empresa, de hacer crecer la paz, la salud, la educación, el confort y generar bienestar en todo el mundo.
Existe un paso más luego de poner todas estas piezas de nuevo en su lugar. Tenemos que encontrar el significado profundo de esos emprendimientos generadores de valor. También debemos usar el dinero que generamos y las oportunidades que surgen para un bien mayor. Para actos de generosidad y compasión, con sabiduría y significado. De esta forma encendemos la luz que vive en el interior del mundo, la luz del pensamiento primigenio.
Ese pensamiento exploto por su diseño. El universo no fue concebido como un trabajo descendente. El pensamiento fue sólo el inicio: su realización descansa en nuestras manos, porque el único receptáculo para la luz divina, según nuestros sabios, es la armonía y la paz, y eso sólo puede construirse de abajo hacia arriba. Sólo cuando nosotros, los ciudadanos de este universo, trabajemos para poner las piezas de nuevo en su lugar, nuestro mundo podrá albergar una luz aún más infinita.
Y eso está justo a la vuelta de la esquina en este preciso momento.
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