Tineius Rufus preguntó a Rabí Akiva: “Si tu Di-s ama al pobre, ¿por qué no lo alimenta?”.
Respondió Rabí Akiva: “Para que seamos salvados del purgatorio (en mérito de la caridad que damos)”.
Y Tineius Rufus le dijo: “Por el contrario: por esto mereces ser
castigado.
Te daré una analogía. Esto es como un rey que se enojó con su esclavo y lo
encerró en un calabozo, y ordenó que no le fuera dado de comer o beber, y una
persona vino y le dio de comer y beber. Cuando el rey se enteró de esto, ¿no se
enojó con esa persona? Y ustedes son llamados esclavos, como está escrito (Vaikrá
25:55), ‘Los hijos de Israel son mis esclavos’”.
Le dijo Rabí Akiva: “Te daré una analogía. Esto es como el rey que se
enojó con su hijo y lo encerró en un calabozo, y ordenó que no le fuera dado de
comer o beber, y una persona vino y le dio de comer y beber. Cuando el rey se
enteró de esto, ¿no recompensó a esta persona?
“Y nosotros somos los hijos de Di-s, como está escrito (Devarim 14:1), ‘Ustedes son hijos del Señor su D-os”.
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