Después del becerro de oro, Moisés trató de abrir un camino para que el pueblo judío pudiera alcanzar el perdón de Di-s. Para ello, Di-s le reveló a Moisés los Trece Atributos Divinos de Misericordia, abriendo un camino para todas las generaciones futuras para lograr la expiación y curación:

Y el Eterno pasó delante de él y proclamó: “Di-s, Di-s, benevolente Di-s, Quien es compasivo y clemente, tardío para la ira y abundante en misericordia y verdad, preserva misericordia a millares, perdonando la iniquidad, rebelión y pecado, y Él limpia. . . “(Éxodo 34:6-7)

Esto genera una pregunta interesante: ¿Por qué “Abundante en verdad” es considerado uno de los atributos de misericordia? Verdad es un severo y honesto juicio, que puede no estar dispuesto a pasar por alto la transgresiones.

La verdad es, sin embargo, que nuestras fallas son solo superficiales y momentáneas. La palabra Hebrea para pecado, “Jet”, significa “ser deficiente”. Esencialmente no somos delincuentes, simplemente estamos por debajo de nuestro potencial. Los Trece Atributos de Misericordia y el concepto entrelazado de teshuvá, debidamente traducido como un “retorno” a uno mismo, son el camino que nos vuelve a conectar con nuestro potencial, nuestro verdadero ser. Este potencial permanece entero y no es afectado por cualquier desvío temporal que hemos tomado.

Cuando invocamos estos atributos, nos conectamos con nuestra relación con la Fuente de todo ser, una relación que tiene sus raíces más profundas dentro de nosotros. Tenemos un lugar dentro de nuestra alma que está profundamente conectado con el infinito, un lugar que los efectos de nuestras elecciones negativas no pueden alcanzar. Cuando despertamos este nivel de ser, encontramos nuevas reservas de fuerza para transformar nuestras vidas.

Somos esencialmente Sagrados y positivos. Podemos acceder a esta realidad en cualquier momento. El atributo de Di-s de ” verdad”, corta todas las capas externas, y nos ve a quienes somos realmente.