Adam fue obra directa de la mano de D-os. Jamás habrá hombre alguno que logre tal magnificencia. Pese a eso tenía una sola tentación que resistir, y sucumbió.

Lo cual nos enseña que los desafíos más grandes en la vida son los más cercanos al objetivo de nuestra existencia. Tanto es así, que si deseas conocer el objetivo central de tu vida, sólo debes fijarte cuáles son tus mayores desafíos.