Este fin de semana en Nueva York se realiza el congreso internacional de emisarias del Rebe, la fecha elegida no es al azar, en estos días estamos conmemorando el aniversario del fallecimiento de la Rebetzn Jaia Mushka Schneerson, de bendita memoria.
Muchas veces escuchamos que en el judaísmo tradicional (la palabra “ortodoxo” no es de mi agrado) la mujer ocupa un lugar secundario e irrelevante a la vida religiosa.
Esto lo puede decir alguien que nunca participó de las actividades de un Beit Jabad. El trabajo de un Shaliaj (emisario) del Rebe es un trabajo en equipo, marido y mujer, codo a codo se ocupan de todas las necesidades espirituales y religiosas de la comunidad a la cual fueron destinados.
En lo personal, se muy bien que la entrega y dedicación de mi mujer a esta sagrada misión es igual o mayor a la mía, sin ella seria imposible llevar a cabo nuestro trabajo.
El Rebe fue un gran motivador para las mujeres, incentivándolas a estudiar y difundir las enseñanzas de la Tora y el jasidismo, incluso cuando esto no era algo muy común.
Todas las Shlujot son motivo de orgullo para todo el pueblo judío, se merecen todo nuestro respeto y admiración.
Espero que por merito del trabajo y la entrega de todas ellas seamos merecedores de la pronta redención.
¡Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy