La décima sección del libro de Génesis continúa con la crónica de José. Comienza dos años después (Miketz “al fin de” en Hebreo) de que José le pidiera al copero del Faraón que intercediera por él. Esta vez es el Faraón quien sueña, dos veces, y busca un intérprete calificado. José interpreta los sueños del Faraón en forma convincente diciendo que se refieren a siete años de abundancia que se avecinan seguidos por siete años de hambruna, y que había que abastecerse con tiempo en preparación a ellos. Esto lleva al Faraón a designar a José como virrey de Egipto. El comienzo de la hambruna lleva a los hermanos de José a Egipto para comprar comida que José había almacenado durante los años de abundancia. Cuando José los ve, planea una forma de determinar si ellos han abandonado su antiguo odio hacia él y están prontos para unírsele para hacer avanzar a la familia en su misión Divina.