El sumo sacerdote tenía que vestir la placa para la frente porque la frente representa la determinación obstinada. Todos arrugamos naturalmente nuestra frente siempre que decidimos ver concretarse algo a pesar de todos los obstáculos.
La obstinación puede ser positiva o negativa. La insolencia o la arrogancia al mostrar desprecio por la ley de D-os es algo negativo. No es coincidencia que la piedra que tiró David con su honda golpeó y mató a Goliat en la frente, porque Goliat desafiaba a D-os en forma abierta e insolente. Por lo tanto se nos enseña que la placa en la frente del sumo sacerdote expiaba por el pecado de la arrogancia.
Un ejemplo de obstinación positiva es la determinación que nos permite mantenernos fieles a lo largo del día, al despertar espiritual que sentimos durante las plegarias de la mañana. A medida que pasa nuestro día de trabajo, puede ser difícil mantener la consciencia Divina elevada a la que aspiramos en la plegaria. Pero ciertamente podemos mantener la actitud hacia la vida implícita en esta consciencia elevada: que nuestra misión Divina es nuestra preocupación principal, y el propósito de nuestro involucramiento con el mundo material es elevarlo usándolo para propósitos Divinos. Es por eso que nuestro objetivo de hacer todo “Consagrado para D-os” estaba inscripto en la placa para la frente.1
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