Después que fueron hechos todos los componentes del Tabernáculo, la gente se los llevó a Moisés. Moisés inspeccionó su trabajo y encontró que todo había sido hecho exactamente de acuerdo a las instrucciones que recibió de D-os. A continuación bendijo al pueblo judío, rezando que D-os haga reposar Su Presencia en la obra de sus manos, como Él había prometido.
La Necesidad de un Moisés
וַיָּבִיאוּ אֶת הַמִּשְׁכָּן אֶל מֹשֶׁה וגו': (שמות לט:לג)
[El pueblo Judío] llevó el Tabernáculo a Moisés. Exodus 39:33

El pueblo sabía que Moisés tenía que erigir el Tabernáculo, a pesar de que ellos habían hecho todo el trabajo de construir y preparar los componentes por sí mismos.

Lo mismo se aplica al Tabernáculo espiritual interno que tenemos que construir dentro de nosotros mismos. Debemos hacer todo lo que podamos para formar y preparar todas sus partes, pero después debemos pedir la ayuda de nuestro “Moisés”, el mentor que nos enseña Torá y nos muestra cómo vivir de acuerdo a ella, y cuya tarea es conectarnos con D-os. Sólo entonces podemos estar seguros de que todas las piezas de nuestro Tabernáculo interno se unirán perfectamente para desempeñar su función en forma completa.1