La décima y última sección del libro de Levítico abre con D-os prometiéndole al pueblo judío que si siguen Sus estatutos (Bejukotai en Hebreo), serán recompensados con riqueza material y bienestar. Lo opuesto también es verdad: al abandonar las leyes de D-os, perderán Sus bendiciones. A continuación, D-os le instruye al pueblo judío con respecto a qué, cómo, y bajo qué circunstancias pueden hacer donaciones al Templo o a los sacerdotes.