Los “estatutos” de D-os son aquellos mandamientos que desafían cualquier explicación racional. La palabra hebrea para “estatuto” (juká) significa en realidad “grabado”. Cuando una letra se graba en algo, la letra se vuelve una parte permanente de eso. (No es así cuando se escribe una letra sobre algo, porque la letra permanece como una entidad separada). De la misma forma, es por medio de cumplir con los “estatutos” de D-os que nos unimos verdaderamente con Él. La razón para esto es que así como las letras se graban en piedra quitando lo que había antes allí, el cumplir con los “estatutos” de D-os requiere que “quitemos”, es decir que neguemos, nuestros egos. Con nuestros egos fuera del camino, podemos conectarnos con D-os de la forma más completa posible.
Es por esto que D-os condiciona Sus bendiciones específicamente a nuestro cumplimiento de este tipo de mandamientos. Cuando nos vaciamos de nuestro ego, podemos ver las recompensas de D-os no como motivaciones para cumplir su voluntad, sino como componentes intrínsecos de nuestra relación con Él. D-os es la bondad absoluta, por lo que cuando nos relacionamos con Él sin la interferencia de nuestros egos, podemos experimentar Su bondad en su forma pura, como una revelación a nosotros de Sí mismo.1
Escribe tu comentario