Luego de escuchar que D-os planeaba dejarlos en el desierto durante 40 años, una parte del pueblo judío se arrepintió de haber dudado que la Tierra de Israel fuera conquistable. Organizaron su propio ejército e intentaron entrar a la tierra por sí mismos. Pero debido a que fueron contra la voluntad de D-os y carecían del liderazgo de Moisés, las naciones que vivían cerca de la frontera los rechazaron..
Dudando de las Dudas
הִנֶּנּוּ וְעָלִינוּ אֶל הַמָּקוֹם אֲשֶׁר אָמַר ה' כִּי חָטָאנוּ: (במדבר יד:מ)
[Parte del pueblo judío dijo,] “Estamos prontos para ir al lugar que D-os dijo [que nos daría].” Números 14:40

Inicialmente el pueblo se rehusó seguir hacia la Tierra de Israel porque creían que era imposible conquistarla, incluso con la ayuda de D-os. ¿Qué causó entonces que abandonaran repentinamente su escepticismo? Después de todo, Moisés no les mostró ningún milagro nuevo, ni se apareció D-os e hizo alguna exhibición celestial de Su poderío.

Nuestros sabios indican que cada judío cree inherentemente en D-os. Por lo tanto, incluso mientras el pueblo estaba expresando su escepticismo, aún creían en Él; su creencia fue temporariamente oscurecida por sus emociones. Por lo tanto, apenas D-os los reprendió y les informó de la severidad de las consecuencias de su lapso de fe, su fe inherente se despertó.

Lo mismo es cierto en cuanto a muchas de las dudas que sufrimos ocasionalmente. Nuestras preguntas se deben generalmente a una exagerada perspectiva material de la vida. En lo profundo de nuestros corazones creemos realmente en D-os. En casos así, la forma de sobreponernos a nuestras dudas no es intentar responderlas directamente sino simplemente despertar la fe pura que está dormida dentro nuestro.1