A continuación, D-os le instruyó a Moisés con respecto a las leyes de tres mandamientos que se consideran equivalentes a observar toda la Torá: no adorar ídolos, observar el Shabat y colocar flecos (tzitzit) en las puntas de las prendas de cuatro puntas. El valor numérico de la palabra hebrea tzitzit es 600; cuando se le suma los medios hilos (8) y sus nudos (5) en cada fleco, la suma es 613, el número de mandamientos en la Torá.
Recordando la Fuente
וּרְאִיתֶם אֹתוֹ וּזְכַרְתֶּם אֶת כָּל מִצְוֹת ה' וַעֲשִׂיתֶם אֹתָם וגו': (במדבר טו:לט)
[D-os le instruyó a Moisés que le diga al pueblo,] “Cuando vean [los flecos], recordarán todos los mandamientos de D-os, para que los cumplan.” Números 15:39

Dado que necesitemos los flecos para recordarnos de los 613 mandamientos, pero ¿por qué necesitamos la prenda a la que se atan los flecos? ¿Por qué no cargar los flecos sólos?

La respuesta está en el significado de las prendas. La diferencia entre la ropa y la comida, nuestras dos necesidades principales, es que la comida se vuelve parte de nosotros cuando la comemos, mientras que la ropa siempre permanece fuera de nosotros. La comida, entonces, alude a los aspectos de la Torá que podemos comprender y “digerir”, mientras que la ropa alude a lo que permanece más allá de nuestra captación.

La orden de atar los flecos a una prenda indica que no alcanza con simplemente recordar los mandamientos. El vestir dicha prenda nos ayuda a recordar que la Torá y los mandamientos se originan en la sabiduría de D-os, que trasciende las limitaciones del intelecto humano.1