El 14 de junio de 1940, cuando el ejército de la Alemania nazi conquistó París, un general francés le ofreció al Rebe una residencia en el campo, pero el Rebe, comprendiendo el significado de la ocupación nazi, rechazó la oferta y huyó de París en uno de los últimos trenes que abandonaron la ciudad. Después de una travesía peligrosa por los límites de la ocupación, el Rebe y su esposa llegaron a Vichy, Francia.

Se quedaron en Vichy por algunos meses y luego se trasladaron a Niza, en el sur de Francia, donde permanecieron hasta el escape final de Europa.

Durante ese tiempo, el suegro del Rebe, quien había sobrevivido al bombardeo y la ocupación de Varsovia y había llegado a Nueva York en marzo de 1940, lideró una intensa campaña para rescatarlos y llevarlos sanos y salvos a los Estados Unidos.

La Rebetzen contaría más tarde que durante su escape de los alemanes, que avanzaban, el Rebe mantuvo su característica devoción en ayudar a otros, y la observancia de hasta el más mínimo detalle de las leyes y costumbres judaicas. También, característicamente, el Rebe encontró la manera de enfocarse en el aspecto positivo de cada experiencia, ya como un refugiado, ya como desarraigado de su hogar y huyendo para salvar su vida (véase la carta citada a la derecha).

El 12 de junio de 1941, el Rebe y la Rebetzen abordaron el Serpa Pinto en Lisboa, Portugal, el barco que los llevaría a los Estados Unidos. El lunes 23 de junio (28 de sivan en el calendario hebreo), a las 10:30 de la mañana, el Rebe y la Rebetzen llegaron a Nueva York.