En 1943, el Rebe publicó el Haiom Iom, un libro de bolsillo con un dicho jasídico para cada día del año. Engañosamente humilde en el formato, el libro pronto se convirtió en una verdadera guía para la vida del alma del jasid.

Más de doscientos volúmenes de ensayos, cartas y charlas lo siguieron durante los siguientes 50 años, iluminando virtualmente cada área de la Torá (el vasto conjunto de sabiduría y leyes que derivan de 3300 años de estudio judaico y aplicación de la palabra divina revelada en Sinaí).

El mundo ha oído hablar primariamente del Rebe como un gran líder y motivador, pero así como su personalidad es fundamental, también lo es su filosofía revolucionaria y su actitud ante la vida. De hecho, de sus enseñanzas surgieron el increíble alcance de su influencia y la legendaria devoción de sus seguidores. (Para obtener una muestra de las enseñanzas del Rebe, accede a la sección "Sabiduría" en este sitio web).

El principal medio de enseñanza del Rebe era el farbrenguen, las “reuniones jasídicas” en las cuales él se dirigía a miles de jasidim y a participantes de todo tipo de ámbitos de la vida, no era inusual que un farbrenguen se extendiera por seis, ocho o hasta diez horas. El farbrenguen consistía de sijot (“charlas”) separadas por breves intervalos de canto y lejaim. Después de cada farbrenguen, un grupo selecto de discípulos revisaba y traducía las charlas del Rebe. Muchas de ellas se las presentaron al Rebe para que las anotara y luego editara. Estas charlas se convirtieron en 39 tomos de Likutei Sijot y forman la columna vertebral de las enseñanzas del Rebe.