Después de catorce años en Shelijut, mi esposa y yo quisimos iniciar un emprendimiento personal, un proyecto en el cual pudiéramos invertir toda nuestra energía y potencial. Fue así como nos reunimos con el rabino principal de Jabad en Argentina, Tzvi Grunblatt, para plantearle nuestra idea. En ese encuentro, el rabino, nos ofreció el cargo de Shlujim en la ciudad de Nordelta, la oferta nos tomó por sorpresa, era comenzar de cero en un nuevo y desconocido lugar.

Finalmente, mi esposa y yo decidimos aceptar el desafío que nos estaban ofreciendo y nos organizamos para mudarnos a Nordelta. Fueron siete meses de arduo trabajo para sentar las bases de nuestro Shlijut, las dificultades iniciales radicaban en que Jabad Central, solamente pudo proporcionarnos un contacto y prácticamente nosotros debíamos resolver todo.

En esos días me contactó un amigo, el rabino Yoni Kapelushnik para comentarme que tenía algunas preocupaciones y deseaba viajar al Ohel del Rebe. Personalmente, yo, tenía una gran incertidumbre por haber aceptado radicarme con mi familia, en un lugar completamente nuevo, y haber dejado un Shlijut organizado; decidí viajar con él para pedir una bendición en ese santo lugar.

Hicimos el viaje en el mes de Elul de 2016. Rezando en el Ohel, le pedí a Hashem que me diera una señal, para asegurarme que el paso que estaba dando estaba aprobado desde lo Alto. Quiero aclarar, que nunca he pedido señales a Hashem, en esta ocasión así obré.

Después de estar en el Ohel y rezar con todas nuestras fuerzas, tomamos la siguiente resolución: este Shabat vamos a permanecer todo el día en 770, como si fuéramos estudiantes de la Yeshivá. No iremos a comer a casa de nadie, haremos un Farbrenguen sin descanso, esa sería nuestra forma de entregarnos por completo al servicio de D-os.

Ese viernes a la tarde, fui a visitar a mi cuñado, y salimos a caminar por las calles de Crown Heights, de repente alguien me tocó el hombro, y al voltearme vi que se trataba de Yosef Gayer, un amigo muy cercano que me saludó con mucho afecto.

¿Estás aquí en Crown Heights y no me avisaste? ¡Es inaudito!, tienes que venir a mi casa para el almuerzo de Shabat.

Todo ocurrió tan rápido, que no pude negarme, le conté a mi amigo la invitación al almuerzo, y agregué; si quieres tú te quedas en 770. Sin embargo, el me respondió que debía ser obra de la Divina Providencia el que nos hayan invitado, y que vendría conmigo.

Ese Shabat la pasamos espectacular, hicimos un Farbrenguen con todas nuestras fuerzas, dijimos Lejaim y cantamos Nigunim.

Yoni, nos comentó acerca de un niño de su comunidad que estaba sufriendo de una terrible enfermedad, Yosef y su esposa Kojaba le dijeron que tenían un dólar del Rebe y querían obsequiárselo al niño para su rápida y completa recuperación, le pidieron que pasara por su casa después de Shabat para recogerlo.

Al finalizar Shabat yo me dispuse a tomar un baño y mi amigo se fue a la casa del matrimonio Gayer para buscar el dólar del Rebe. Saliendo de la ducha recibo una llamada de mi amigo: Baruj, ¡No sabes lo que acaba de ocurrir!

La esposa de Yosef me dio un billete del 18 de Elul1 , Jai Elul, para el niño de mí comunidad, con el propósito de que reciba Jayut (vida, salud). Después, me entregó otros dosdólares, uno para ti y otro para mí.

¡Ambos billetes son de la fecha de hoy, el 9 de Elul!

Cuando la gente recibía el dólar del Rebe, anotaba en el billete la fecha en que lo recibía, ese día era la noche del 9 de Elul, obviamente el Rebe nos estaba enviando su bendición.

Lo que más me impactó, es que yo interiormente, tenía mis dudas para iniciar mi Shlijut en Nordelta al recibir ese dólar sentí que el Rebe me estaba bendiciendo por haber tomado la decisión de comenzar algo nuevo.

Para Reflexionar

A veces sentimos temor de intentar hacer algo nuevo, no es fácil abandonar nuestra zona de confort para comenzar un camino desconocido.

Esta anécdota nos confirma, que, al salir de nuestro ambiente, para alcanzar otra meta, se convierte en una señal positiva, si lo hacemos con confianza y humildad.

D-os siempre nos apoya y guía para que tengamos éxito cuando nuestro objetivo es emprender buenas acciones.

El rabino Baruj Hagman y su esposa Dina, desempeñan su Shlijut en la ciudad de Nordelta desde marzo de 2016; una ciudad nueva en Argentina, fundada hace quince años y compuesta por veintiséis barrios privados.

El rabino y su esposa trabajan arduamente por atraer a los judíos de la ciudad y mostrarles la belleza de nuestras tradiciones. Además, él se ocupa de todas las responsabilidades que recaen sobre un líder comunitario.