Sin embargo, todo esto era [logrado] cuando Israel estaba en un plano elevado, cuando la Presencia Divina moraba dentro [del pueblo] de Israel en el Beit HaMikdash. En esa época el cuerpo recibía su vitalidad sólo a través del Alma Divina, de la más interior fuente del poder dador de vida que emana del Infinito, a través del Tetragrámaton, como se ha explicado antes.
Pero luego ellos cayeron de su nivel, y a través de sus acciones produjeron el exilio místico de la Presencia Divina, como está escrito: "Por causa de vuestros pecados fue desterrada vuestra madre". Esto significa que la benevolencia que emana de la antes mencionada letra héi posterior [del Tetragrámaton] ha sido hecha descender [a un nivel] muy bajo, de plano en plano, hasta investirse en las Diez Sefirot de noga, las que transmiten la benevolencia y vitalidad por intermedio de las huestes del cielo y aquellos encargados sobre ellas, a cada ser viviente físico en este mundo, incluso a la vegetación, como declaran nuestros Sabios: "No hay hoja de césped abajo que no tenga espíritu [Arriba que la golpea y le ordena: ¡crece!]".
Así, incluso el pecaminoso y los transgresores deliberados de Israel pueden recibir vitalidad [de ésta] para sus cuerpos y Almas Animales exactamente tal como lo hacen otros seres vivientes, como declara el versículo [que existe un estado en el que los seres humanos son] "asemejados y similares a los animales". De hecho, incluso con mayor énfasis y fuerza. Pues, como se explica en el santo Zohar, Parshat Pekudéi, toda la benevolencia y vitalidad concedida al hombre mortal mientras hace el mal a los ojos de Di-s, [a través de cualquiera de las "vestimentas" del alma, o sea:] en la acción o el habla, o pensando pecaminosamente, etc.; toda [esta fuerza vital] emana hacia él desde las [diversas] cámaras de la sitrá ajará descriptas allí en el santo Zohar.
El hombre tiene la elección — si derivar su nutrición de las cámaras de la sitrá ajará, o de las cámaras de la santidad de las cuales emanan todos los buenos y sagrados pensamientos, etc.
Pues "uno opuesto al otro hizo Di-s...". Las cámaras de la sitrá ajará derivan su vitalidad de la emanación de las Diez Sefirot de noga que está investida dentro de ellas y que desciende a ellas a través de su [paso por] etapas, y [esta kelipá de noga] está compuesta de bien y mal, como en "el Arbol del Conocimiento [del bien y el mal]", como lo saben quienes son versados en la Cabalá.
Ahora bien, está escrito: "Iaacov es la cuerda de Su heredad". La analogía [compara al alma del judío] a una cuerda, con un extremo arriba y el otro abajo. Cuando alguien tira del extremo inferior, moverá y arrastrará tras de sí también el extremo superior, tanto como se pueda.
Así exactamente es respecto de la raíz del alma del hombre y su fuente en la hei posterior. A través de sus malas acciones y pensamientos, él hace descender la fuerza vital [que emana de la hei posterior] a las cámaras de la sitrá ajará, [el "otro lado", opuesto a la santidad,] como si fuera, de donde él recibe sus pensamientos y acciones. Puesto que es él, [el individuo pecador,] quien atrae el flujo de vitalidad hacia ellas, es él quien recibe de ellas la porción mayor. Con esto bastará para el entendedor.
De ahí la afirmación de nuestros Sabios: "No está en nuestras manos comprender la razón ya sea de la tranquilidad de los malvados [o el sufrimiento de los justos]". "En nuestras manos", específicamente; es decir, en estos tiempos de exilio luego de la Destrucción [del Gran Templo]. Esta es una expresión del "Exilio de la Shejiná", [la Presencia Divina,] para decirlo de alguna manera, o sea, el otorgamiento [por parte de Di-s] de [suplementarias medidas de] fuerza vital a las cámaras de la sitrá ajará que El aborrece.
Pero cuando el pecador se arrepiente adecuadamente, retira entonces de ellas la fuerza vital que había atraído originalmente dentro de ellas con sus actos y pensamientos, pues con el arrepentimiento hace regresar el flujo que emana de la Shejiná a su lugar apropiado.
Este, entonces, es [el significado de] tashuv hei, el retorno de la letra hei posterior de su estado de exilio. Como lo declara el versículo: "Di-s, tu Señor, retornará a aquellos de ti que regresan"; lo que significa [que Di-s Mismo habrá de retornar] con tu regreso. Como han comentado nuestros Sabios [sobre este versículo]: "[Las Escrituras] no han dicho '[Di-s] hará retornar' [sino que El Mismo habrá de retornar]".
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