Este nivel superior de teshuvá, la unión de espíritu con Espíritu a través [del estudio] de la Torá y la ejecución de actos caritativos, es cuestión que emana desde lo Alto, de modo que la palabra de Di-s esté concretamente en su boca, como está escrito: "Yo he colocado Mis palabras en tu boca", y [similarmente] "Su diestra me abraza", a través de los actos de bondad [del hombre], pues "bondad es el brazo derecho [Supremo]...".
Pero el hombre mortal debe ascender de etapa en etapa hacia este superior nivel de teshuvá y esta "unión de espíritu con Espíritu" a través del devocionado servicio del corazón, particularmente durante el Shemá y sus bendiciones, de modo que pueda decir [durante el recitado del Shemá], con verdad perfecta, "Amarás [a Di-s, tu Señor,] con todo tu corazón y con toda tu alma...". Análogamente, "Estas palabras [que Yo te ordeno hoy] estarán [sobre tu corazón]... Y hablarás de ellas...". La palabra de Di-s debe estar verdaderamente en su boca, y "Y no hay Verdad [salvo la Torá]".
Asimismo ha de cumplir todas las mitzvot, como está escrito: "[...] nos ha santificado (kidshánu) con Sus mandamientos". Esta [santificación] tiene el mismo sentido que en la frase "Tú me eres santificada (mekudéshet)". Este es el nivel de Kódesh haElión, [donde Kódesh,] expresión [traducida como "santidad", tiene la connotación] de [tratarse de] algo aparte que no puede investirse dentro de los mundos [creados], puesto que "todo es considerado como la nada ante El". Más bien, este es un nivel [de santidad] que trasciende todos los mundos, el de la Voluntad Suprema, etc. como se analizara en Likutéi Amarím, capítulo 46.
También luego de la plegaria, decimos: "A Ti, Di-s, elevo mi alma", de modo que [a través del cumplimiento de mitzvot] el espíritu se una con el Espíritu durante todo el día...
Todo esto se logra a través de la meditación acerca de la grandeza del Infinito, concentrando profundamente la mente durante las dos bendiciones que preceden al Shemá y durante [los Himnos preparatorios de Alabanza, conocidos como] Psukéi deZimrá, como se sabe.
Puesto que la plegaria es una expresión de teshuvá ilaá, "arrepentimiento de nivel superior", deberá ser precedida por teshuvá tataá, "arrepentimiento de nivel inferior". Esto fue lo que los Sabios quisieron significar en la Mishná [al decir]: "La persona no ha de alzarse en plegaria sino en un marco mental de seriedad". Rashi explica que esto significa "sumisión". Este es el estado de teshuvá tataá, en el que la persona despierta compasión Divina, como se puntualizara arriba. El Talmud lo infiere del versículo: "ella estaba amargada de espíritu, [y oró a Di-s]".
Al mismo tiempo, debemos notar [lo que se encuentra en] la Baraita allí: "Nuestros Sabios enseñaron: 'La persona ha de alzarse en plegaria sólo con alegría'". En nuestra generación huérfana, cuando no todos están capacitados para volver sus corazones instantáneamente de un extremo [a otro], la recomendación es que se practique teshuvá tataá con antelación, en Tikún Jatzot, como se señalara arriba. Quienquiera no pueda hacerlo cada noche, que al menos lo haga una vez por semana, antes del Shabat. Como lo saben los iniciados, que el Shabat es del orden de teshuvá ilaá; de hecho, las letras mismas de la palabra Shabat (שבת) forman la palabra tashev (תשב), 'haz retornar', [como en el versículo:] "Tú haces que el hombre retorne". Pues todos los mundos ascienden a su Fuente en Shabat... Las plegarias de Shabat en particular [son un acto de teshuvá ilaá]. Esto bastará al entendedor.
(Ahora podemos comprender el versículo que dice: "Regresa a Mí, pues Yo te he redimido". Puesto que [como en el versículo precedente] "Yo he borrado tus pecados cual [se disipa] una espesa nube", eliminando la sitrá ajará, y "Yo te he redimido" de las fuerzas del mal al despertar la Suprema compasión que sigue a la iniciativa emprendida por el hombre abajo en su teshuvá tataá, como se explicara arriba, por eso, "Regresa a Mí" — con teshuvá ilaá).
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