El motivo de felicidad en el sufrimiento del cuerpo es que éste [sufrimiento] es un grande y potente favor para el alma pecadora, para limpiarla en Este Mundo, y salvarla de ser purgada en el Guehinóm ("Infierno"). (Esto es particularmente cierto en nuestra generación, cuando uno no tiene la capacidad de ayunar conforme la cantidad de ayunos prescriptos en las penitencias del AríZal, [ayunos] necesarios para la limpieza del alma, a fin de salvarla de ser purgada en Guehinóm).
[Esto es] como escribiera Najmánides —en su Introducción al Comentario a Iyov—, que incluso los sufrimientos de Iyov durante setenta años no son comparables en absoluto con el sufrimiento del alma siquiera durante una hora en Guehinóm, pues "El fuego [físico] no es sino una parte de sesenta [del fuego de Guehinóm]". Sólo que "el mundo es construido con bondad", razón por la cual a través del sufrimiento leve en Este Mundo [la persona] se ahorra los severos juicios del Mundo por Venir.
Esto es análogo al movimiento de una sombra un palmo sobre la tierra, que equivale al movimiento de miles de millas del sol en el cielo... Infinitamente más es esto cierto en el objeto de la analogía, en el descenso de los mundos de nivel en nivel, desde las más excelsas alturas hasta este mundo físico. Como es sabido esto [—esta idea—] de lo escrito en el Zohar acerca de la elevación de los mundos superiores como resultado de la iniciativa emprendida [por el hombre] abajo al ofrendar [éste] un ave, una paloma o tórtola, o un puñado de harina, sobre el altar. Tales son los efectos de todas las mitzvot que requieren acción concreta, como se sabe por el AríZal.
A esto se refiere también el comentario de nuestros Sabios sobre el versículo "Santificáos y seréis santos": 'El hombre se santifica a sí mismo [apenas] un poco abajo, y es santificado en gran medida desde arriba...'. (Tal como se señalara antes en referencia al tema de [el texto de las bendiciones que se recitan antes del cumplimiento de determinadas mitzvot,] "que nos santificó con Sus mandamientos..." [es decir, que la santificación de Israel a través de las mitzvot está ligada a la fuerza vital del Infinito] que abarca y trasciende todos los mundos...).
Precisamente así es en cuanto a la recompensa y el castigo, como dicen nuestros Sabios: "La recompensa de una mitzvá es la mitzvá...", como se tratara en otro lugar.
Este conocimiento es elemental para los hombres de discernimiento, y aquellos inteligentes en esta materia descubrirán el bien.
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