Estimados Lectores:

Esta semana leemos en la Torá sobre los diferentes sacrificios que se ofrendaban a Di-s en el Templo. Hoy en día no tenemos el templo de Jerusalem en pie, aunque en nuestras plegarias diarias pedimos por su reconstrucción con la pronta llegada del Mashiaj. De todos modos los sacrificios no están ausentes de nuestras vidas cotidianas. Simplemente los remplazamos por la plegaria, y por el hecho que donamos a Di-s nuestro “animal interior”, o sea subyugando nuestro instinto primario e impulsivo.

Este concepto de dar algo con el fin de convertirlo en algo superior, de elevarlo es central en nuestras vidas como judíos.

A diferencia de la palabra “sacrificio” en español, que implica sacar algo de uno y entregarlo con abnegación, la expresión hebrea que se utiliza para reflejar esta idea es Korban, que significa, acercamiento, reunificación.

Al entregarnos a Di-s, no perdemos nada nuestro, sino que nos acercamos a su esencia, la esencia de toda creación.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy