Pregunta:
Como usted sabe, hace algunos meses, comencé un nuevo trabajo. Estoy muy contento, ya que no solo lo estoy disfrutando mucho, sino que hasta he logrado mejorar mis ingresos.
Mi problema: la semana que viene es Rosh Hashaná y me gustaría presenciar los servicios. Realmente, sentí mucho placer al hacerlo el año pasado. Fue la primera vez en mi vida que pude seguir las plegarias y entender algo de su significado. Sin embargo, en este momento, lo que menos necesito es que mi jefe se enoje porque yo falto al trabajo. Yo no creo que él vaya a entender. Yom Kipur es el sábado, así que no me lo voy a perder, pero ¿puedo faltar a Rosh Hashana? Seguramente Di-s no quiere que quede desempleado otra vez. ¿ No es así?
Respuesta:
Como rabino, es fácil para mí sentarme y sermonearte sobre lo que debes hacer. Después de todo, yo no falto a mi trabajo ningún día festivo. Pero puedo apreciar la situación desafiante en la que te encuentras. Por lo que en vez de darte consejo rabínico, te daré un asesoramiento profesional.
Puede parecer peligroso para tu carrera si te tomas el tiempo para pasar el día en la sinagoga, pero de hecho, creo que es el mejor movimiento que puedes hacer.
Rosh Hashaná es el Día del Juicio. Di-s decide en este día qué traerá el año entrante para cada uno de nosotros; inclusive cuánto ganará cada uno. Así es, la cantidad exacta de ingresos que recibiremos el año que viene, hasta el último centavo, se decide en el año nuevo judío.
Entonces, ¿para qué tenemos que trabajar? Si mi ingreso está predeterminado, ¿qué diferencia hay si voy a trabajar o no? La respuesta: nuestro trabajo es necesario, pero solo como medio para recibir lo que Di-s ya ha decretado para nosotros. Es la copa que Di-s llena con su bendición, necesitas la copa para recibir la bendición, para que no se derrame en el piso. Pero la copa no es la fuente de la bendición, permanece vacía si Di-s no vierte sobre ella. Si no trabajamos, no hemos creado un medio para que Di-s nos otorgue aquello que decretó para nosotros. Pero si trabajamos de más, no haremos ni un centavo más de lo que merecemos.
Por eso, ¡es absurdo pensar que estás protegiendo tu carrera al ir a trabajar en vez de atender los servicios de Rosh Hashaná! Por el contrario, es justamente a través de participar de los rezos de Rosh Hashaná que vas a asegurar tus bendiciones de éxito para el año que viene.
Tu futuro no está en las manos de tu jefe. Si él te despide por ir a la sinagoga, esto es solo porque hay algo mejor que te espera.
Solo hay un verdadero Jefe, y Él está dispuesto a darte una promoción si te levantas y defiendes lo que crees.
Únete a la charla