Para el Director del Coro, un Salmo por David: Adonái, en Tu poder se regocija el rey, en Tu salvación, cuánto se alegra. Tú le concediste el deseo de su corazón, y la expresión de sus labios nunca le negaste. Le precediste con bendiciones de bien; sobre su cabeza pusiste una corona de oro refinado. Vida pidió él de Ti, Tú le diste extensión de días, por siempre jamás. Grande es su gloria en Tu salvación; majestad y esplendor conferiste sobre él. Pues lo hiciste una bendición para siempre, lo alegras con el regocijo de Tu presencia. Pues el rey confía en Adonái, y en la benevolencia del Altísimo, que no vacilará. Tu mano hallará a todos Tus adversarios, Tu diestra encontrará a Tus enemigos. Ponlos cual horno ardiente en el momento de Tu ira. Que Adonái los consuma en Su furia; que un fuego los devore. Elimina su fruto de la tierra, a su descendencia de entre los hijos de los hombres. Pues dirigieron el mal contra Ti, conspiraron maliciosamente, mas no pudieron [ejecutarla]. Pues Tú los colocas como una porción separada, con Tu arco que apuntas a sus rostros. Sé enaltecido, Adonái, en Tu poderío; nosotros cantaremos y entonaremos Tu fortaleza.
Extraído del libro
Tehilím con Fonética y Español, de la Editorial Kehot Lubavitch
Sudamericana
© Editorial Kehot Lubavitch Sudamericana.
Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Editorial.
Derechos Reservados.
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