ב"ה

Primer Libro

Capítulos 1-41

Estímulo para estudiar Torá y evitar el pecado. Quien siga este camino tiene asegurado el éxito. Con los inicuos, será a la inversa
No intentes ser más listo que Dios. Si tienes motivos para alegrarte, hazlo con cuidado, no sea que los pecados reviertan tu alegría.
Si sientes que eres castigado, no desprecie el reproche de ello pues, quizás, mereces más, y Dios te trata bondadosamente.
No avergüences a tu prójimo, ni hables u oigas chismes y calumnias. No envidies la prosperidad del malvado en este mundo; alégrate y di: "Si así es con quienes Lo encolerizan, cuánto más con quienes Le sirven".
Una plegaria para cada individuo: que los perversos sufran las consecuencias de sus actos y los devotos se regocijen en sus buenas acciones.
Una plegaria para que el enfermo implore a Dios que sane su cuerpo y alma. Recitada con devoción y corazón contrito, seguro que Dios la aceptará.
No te regocijes cuando Dios castiga a tu enemigo, tal como es ingrato el sufrimiento de los justos. David se disculpa ante Dios: él no hizo mal alguno Shaúl --aquel lo trajo sobre sí--, pues sus pensamientos sólo fueron buenos.
Alabanza a Dios por dar la Torá al mortal en el mundo inferior, suscitando envidia en los ángeles; como decimos [en Iom Kipur]: "Aunque Tu poderío está en los ángeles arriba, deseas alabanza de los formados por materia inferior".
El hombre debe alabar a Dios por salvarlo del enemigo que desea que sufra, y por juzgar a todos con equidad, al justo por su rectitud y al inicuo por su maldad.
Cuenta de la prosperidad del malvado; cómo se vanagloria de ello, al grado de decir: "No hay ley ni juez. Dios no observa los actos de los mortales".
Todas las aflicciones del justo son por su bien, para purificarlo de sus faltas, mientras que el éxito del malvado es a modo de "La riqueza perdura con su dueño, para su detrimento".
Un reproche a quienes difaman, calumnian y adulan.
Plegaria para que termine este prolongado exilio. Quien sufre angustia ha de rezarla por su aflicción y por la extensión del exilio diaspórico.
Habla de la destrucción de los dos Grandes templos, el primero a manos de Nabucodonosor y el segundo a manos de Tito.
Virtudes y rasgos de carácter con que la persona debe conducirse. Ello le asegura que su alma descansará en el Jardín del Edén.
Cuando se enfrenta necesidad, no se debe implorar a Dios en base a los méritos propios, pues estos deben dejarse a sus hijos tras de sí.
La persona excelsa no debe pedir que Dios lo pruebe tentándolo con el pecado y otras cosas. Quien pecó verá de enmendarse, y librar a otros de la transgresión.
Quien tuvo un milagro público, alabará a Dios incluyendo todos los milagros desde la creación del mundo, así como las bondades Divinas en la Entrega de la Torá. Dirá: "Quien hizo todos estos milagros, que también lo haga conmigo".
Para contemplar el poderío de Dios, debe observarse el cielo, el sol y la Torá. De estos se perciben colosales milagros y maravillas, al grado de que las criaturas relatan por ello la gloria de Dios.
Si un ser amado o un pariente --incluso distante, donde no es posible ayudar-- está sufriendo, ofrece tú esta plegaria por aquel.
Quien goza abundancia, recibiendo todo lo que desee, no debe ser ingrato. Alabará y agradecerá a Dios, reconociéndolo como la Causa de su prosperidad. Confiará en El, pues todo resulta de la benevolencia Divina.
Toda persona debe rezar en desconsuelo por la longitud del exilio y nuestra caída de prestigio a bajeza. También hará votos [de enmienda] en su aflicción.
David lo compuso, describiendo su enorme confianza en Dios cuando estaba en el bosque de Jeret y casi murió de hambre, de no ser porque Dios le concedió un saboreo previo del Mundo Venidero.
Si el cumplimiento de los ruegos generará la santificación del Nombre de Dios, se orará por que Dios lo haga por eso. También se invocará el mérito de los ancestros, pues "los justos son más grandes tras su muerte que en vida".
Sigue las letras del alfabeto hebreo, salvo la bet, vav y kuf cuyo valor numérico total equivale a Guehinóm (Purgatorio). Quien lo recita a diario se verá libre de éste.
David desborda plegarias a Dios y actos piadosos; envidia a los espiritualmente superiores, y dice: "Si tan sólo yo estuviera en su nivel de devoción y virtud".
David reconoce a Dios y Lo alaba, confiado en El de que vencerá en sus guerras. "Pero no las deseo; no me perfeccionan. Sólo imploro morar día y noche en el Beit HaMidrash estudiando Torá, para merecer el Mundo Venidero".
Una plegaria para cada individuo, que Dios lo asista para marchar por el buen camino y le impida ir con malvados. Que retribuya a los justos y a los inicuos, cada cual conforme sus actos.
En éste se menciona veces el Nombre de Dios; los Sabios instauraron en consonancia las " bendiciones" (Shemoné Esré). Todo el Salmo puede interpretarse como alusión a la Entrega de la Torá y la Reunión de los Dispersos.
No debes angustiarte si Dios te envía sufrimientos en Este Mundo; sólo ellos permiten ingresar al Mundo Venidero. Incluso el de altura espiritual no debe creer que éste está garantizado; todo está en dominio de Dios.
Compuesto por David en su pobreza y aflicción, huyendo de Shaúl y depositando su fe en Dios, este Salmo enseñan a confiar únicamente en El.
En este Salmo se habla del perdón por el pecado. Dichoso el hombre que se arrepiente y se confiesa ante Dios de todo corazón.
Este Salmo enseña a justos a alabar a Dios. Pues cuanto más Torá se sabe, tanto más se Lo alabará, conociendo Su grandeza.
En el palacio de Ajish --hermano de Goliat-- David simuló demencia; salivó su barba y escribió sobre las puertas: "Ajish me debe . monedas"; éste lo echó, y así se salvó. Jubiloso, compuso este Salmo en secuencia alfabética.
Una imponente y maravillosa plegaria acerca de los enemigos de David; que sean como afrecho al viento, perseguidos por el ángel de Dios. También declara que todo resulta de la asistencia Divina.
Un mensaje a quien sigue a su Inclinación al Mal que le dice: "No pongas el temor a Dios ante ti", llevándolo a pecar glorificando a sus ojos las malas acciones. Así actúa: "Desciende y corrompe, asciende y acusa".
David insta a su generación a no envidiar el éxito del malvado; ello podría hacerle caer en sus fechorías. En cambio, que deposite su fe en Dios, conduciéndose con honestidad, y Dios Se ocupará de todo.
Una plegaria para todo individuo, por la extensión del exilio. En la angustia, reza este Salmo. De ahí su introducción: "Un salmo... para recordación" [de que se lo recite en la aflicción]. De éste se pueden aprender numerosas lecciones.
David reza por sus sufrimientos; no los objeta pero lamenta que le impidan estudiar Torá siendo tan escasos los días del hombre, "y si no ahora, ¿cuándo?", pues podría morir hoy o mañana. Por eso pide su supresión, para estudiar Torá y adquirir un lugar en el Mundo Venidero.
Habla de las maravillas de Dios para el pueblo judío, y pregunta: “¿Quién puede expresar su poderío? ¡Hablaría de ellas, pero son muy abundantes!” Creó el mundo y partió el mar, pero no desea sacrificios sino que oigamos Su voz.
Un Salmo que enseña muchos buenos rasgos de carácter, e inspira a ser conciente al hacer caridad, sabiendo a quién dar primero. Dichoso quien tiene en cuenta al enfermo, cubriendo sus necesidades.