De David: Rendid a Adonái, hijos de los poderosos, rendid a Adonái honor y fortaleza. Rendid a Adonái el honor debido a Su Nombre; prosternaos ante Adonái con resplandeciente santidad. La voz de Adonái está sobre las aguas, el Dios de gloria truena; Adonái está sobre las poderosas aguas. La voz de Adonái resuena con poderío; la voz de Adonái resuena con majestad. La voz de Adonái rompe cedros; Adonái quiebra los cedros del Líbano. Los hace saltar como un becerro; al Líbano y al Sirión como cría de buey salvaje. La voz de Adonái hace estallar llamas de fuego. La voz de Adonái hace temblar el desierto; Adonái hace que el desierto de Kadésh tiemble. La voz de Adonái hace parir a las ciervas, y deja a los bosques desnudos; y en Su Santuario todos proclaman Su gloria. Adonái se entronó [como Rey] en el Diluvio; Adonái se entronará como Rey para siempre. Adonái dará fortaleza a Su pueblo; Adonái bendecirá a Su Pueblo con paz.