Estimados lectores:

Esta semana, leemos uno de los episodios más significativos de la historia de nuestro pueblo: el evento del becerro de oro.

La Torá nos cuenta este episodio, y es interesante apreciar que lo hace dentro del relato de la construcción del mishkán. A simple vista, parece confuso, ya que no solo no ocurrieron en el mismo tiempo, sino que el episodio del becerro fue anterior a la construcción del mishkán.

Quizá, el mensaje se encuentra justamente ahí. El mishkán tenía como función esencial ser un lugar para poder adorar a Hashem, pero principalmente para expiar, para pedir perdón por nuestros pecados y culpas. Por eso, la Torá anticipa su construcción al pecado más grave cometido por todo el pueblo para enseñarnos que, antes incluso de que pequemos, debemos saber que Di-s espera con sus brazos abiertos nuestro arrepentimiento y nuestra teshuvá.

Shabat Shalom

Rabino Eli Levy