Estimados lectores:

Este shabat es Guimel Tamuz.

Recuerdo ese domingo a la mañana en Tucumán. Mis padres habían viajado a disertar en un encuentro de jóvenes. Sonó el teléfono. Era mi mamá. Noté en su voz que algo había malo pasado.

- ¿Qué pasó, mamá?

- El Rebe ya no está.

-¿Cómo que ya no está?

-Sí, falleció.

Me puse a llorar. Y le conté a mis hermanos menores. Lloramos todos. No sabíamos muy bien que hacer. A la media hora estábamos jugando a la pelota. La vida continuaba.

Y la vida continuó.

Jabad creció más que nunca. Se abrieron miles de centros de Jabad dedicados a educar, nutrir y transmitir a las nuevas generaciones la pasión por ser judío inspirado en las enseñanzas del Rebe.

Y la vida continúa. Y es difícil. Por qué el Rebe ya no está físicamente y lo extrañamos mucho.

Pero el Rebe está a nuestro lado cuando nos inspiramos en su mensaje, cuando leemos sus cartas como guía y orientación, cuando estudiamos sus discursos y charlas para enfocar nuestra misión, oramos en su tumba para pedir iluminación.

Su espíritu y su ejemplo sigue forjándonos a ser mejores seres humanos y a terminar la misión que nos encomendó de traer al Mashiaj .

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy