Un Salmo por Asaf. Dios se yergue en el concilio de jueces; entre los jueces imparte juicio: ¿Hasta cuándo juzgaréis perversamente, siempre mostrando parcialidad hacia los malvados? Haced justicia con el necesitado y el huérfano; tratad con rectitud al pobre y al desvalido. Rescatad al menesteroso y al pobre; salvadlos de la mano de los malvados. Mas ellos no saben, ni comprenden; andan en las tinieblas, [por ello] se sacuden todos los cimientos de la tierra. Yo dije: vosotros sois ángeles, seres supremos, todos vosotros. Pero pereceréis como mortales, caeréis como cualquier príncipe. Levántate, Dios, juzga la tierra, porque Tú posees todas las naciones.

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